De las 14 denuncias formales que recibió el Defensor del Pueblo en la verificación de la inscripción escolar, dos fueron por discriminación: de colegios que se negaron a inscribir a discapacitados.
La Defensoría recomienda que se incorpore un sistema de inscripción previa y diferenciada para preservar el cupo de personas con capacidades diferentes en colegios de educación regular.
El Defensor del Pueblo, Rolando Villena, presentó ayer el informe Verificación Defensorial del Proceso de Inscripción Escolar que reúne los resultados de la vigilancia realizada al registro escolar entre el 19 y el 22 de enero en 252 unidades educativas: 196 de ciudades capitales y 56 de otras poblaciones. El estudio halló al menos ocho debilidades.
"La inscripción de estudiantes con discapacidad fue reducida y dificultosa, debido a que las unidades educativas solicitaban el certificado de salud que acredite el grado de discapacidad del estudiante”, dijo Villena, al citar uno de los problemas que se verificó en dos colegios.
Añadió que en algunas unidades educativas se sugirió a los padres que inscriban a los niños con capacidades diferentes "en centros especializados para discapacitados, ya que no existen condiciones para que su hijo asista a un aula regular”. El Defensor deploró ese trato discriminatorio: " Se debe garantizar la educación a la población en edad escolar”, recalcó.
El artículo 45 de la Resolución 01/ 2015 destaca que "las unidades educativas tienen la obligación de inscribir a todas las personas con discapacidad, sin discriminación alguna”
Ante esa situación, Villena sugirió que las inscripciones para esta población sea separada del proceso regular de registros para garantizar la educación.
Consultado al respecto, el ministro de Educación, Roberto Aguilar, no descartó la sugerencia. "Sí, podría haber ese registro, se puede o debe hacer esa excepción. Quizá darles una hora específica” sostuvo. Añadió que podría inscribirse a esta población en colegios específicos, de acuerdo a su discapacidad " para que los maestros de apoyo ayuden a los de aula”.
En la verificación, la Defensoría también detectó: falta de información, cupos llenos por hermanos, desorden generado por sorteos, estudiantes con residencias cercana al colegio que no fueron inscritos, cobros extraordinarios e incumplimiento a la norma en cuanto al tiempo de entrega de requisitos.
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