Hay alguien ahí?”, si la respuesta es positiva, el dedo del participante señalador se desplaza hacia la palabra “sí”, posteriormente se empieza con las preguntas y respuestas formuladas por los participantes. Consultas como: ¿le gustó a Daniel?, ¿Pasaré de curso?, ¿Cuándo voy a morir? Son algunas de las que hacen los estudiantes; sin embargo, dichas preguntas ¿valen la pena? Las consecuencias son varias y ya se muestran en toda Bolivia.
El País EN realizó un sondeo a cincuenta estudiantes de colegios tarijeños, escogidos al azar, y se les preguntó si alguna vez jugaron Ouija o alguno de estos juegos considerados diabólicos. Diez de ellos afirmaron que intentaron jugar Ouija, tres aseguraron que si lo jugaron y los 37 restantes respondieron que practicaron otros juegos “diabólicos” como La Copa, Santa Catalina, Charlie y el Baldor o álgebra; entre otros.
Pero el problema a nivel nacional tuvo efectos claros esta semana, pues el pasado miércoles un hecho causó conmoción y movilizó a autoridades en Santa Cruz. Se reportó que unos 25 estudiantes sufrieron desmayos, vómitos y convulsiones extrañas ante la desesperación de los maestros y de sus mismos familiares.
La escena vivida parece haber sido extraída de una de las más escalofriantes películas de terror, pero es real y sucedió en el colegio Gabriel José Moreno de Paurito, cantón de la provincia Andrés Ibáñez, situado a 27 kilómetros de la capital cruceña.
La reacción de los estudiantes se dio luego de que éstos invocaran a espíritus malignos en un altar improvisado y armado el pasado viernes por la noche. Diarios cruceños reportaron que un amigo de las víctimas detalló que el grupo participó de un culto satánico en un “altar” artesanal que tenía dibujos de estrellas superpuestas sobre los que aparentemente quemaron plumas, sangre, cuernos y otros fetiches.
En medio de la desesperación los padres de familia hablaban y soplaban la cabeza de sus hijos que se encontraban como si estuviesen en otro mundo. “Mi amor soy yo tu mamá tranquilízate, hijo por favor reaccioná”, imploraba con lágrimas en los ojos una madre de familia de un estudiante afectado.
El fenómeno causó una paranoia generalizada entre los profesores, alumnos, padres de familia y religiosos de las iglesias de Paurito. Los 25 estudiantes visiblemente perturbados fueron trasladados al hospital municipal San Pantaleón, donde hasta ayer permanecían internados. El último reporte indica que dos de los jóvenes fueron arrestados por la Policía por el hecho de haber incitado a jugar la Ouija.
Éste sin duda es uno de los casos más emblemáticos en Bolivia ya que muestra las consecuencias que pueden traer los juegos diabólicos; sin embargo los jóvenes los practican en los nueve departamentos del país.
Para los religiosos consultados por El País EN se trata de un “satanismo inocente” que nace de la curiosidad de los adolescentes y que lamentablemente ya ha tenido efectos claros, no sólo en Santa Cruz sino también en Tarija y en otras regiones.
La Ouija es considerada hace siglos como un juego oculto del más allá, pero no sólo aquella tabla con el abecedario tallado en madera sino también el álgebra (Baldor) es un juego arriesgado con las mismas características, pero disfrazado como un juego inocente.
De esta manera, el uso del popular Juego de la Copa, la Ouija o el Baldor conforman una práctica paranormal que se ha hecho accesible entre muchos adolescentes y jóvenes, al ser ésta un sistema de contacto con los espíritus o un diálogo con los muertos.
“Baldor” no les hizo nada
Carlos Camacho es un joven tarijeño de 21 años, él no juega a la Ouija debido a que lo considera un juego “más fuerte” pero si juega “al Baldor”, como él lo llama. Comentó que este juego es atrayente y curioso.
“Tenía mis compañeros de la universidad y ellos lo veían como un juego algo más leve que la Ouija”, dijo y detalló que del álgebra elegían al matemático que murió de la manera más drástica o al que sabía más, luego unían las puntas de cuatro lápices y hacían preguntas. “Cuando las puntas se juntaban significaba que era una respuesta positiva y era negativa si se separaban”, explicó.
Relató que se reunían en un curso para jugar al Baldor con las tijeras pero sólo preguntaban cosas, como si ¿Verónica quiere a José? “La cosa giraba no sé para qué lado y decía sí o no. Era chistoso, nada malicioso. Además es un libro y no pasa nada”, contó Mareli Cordero, otra universitaria del grupo que experimentó el juego del Baldor.
De la misma manera, Paola Salinas, respondió “si practiqué una vez el juego del Baldor y junté lápices de tres colores claros y tres oscuros. Supuestamente si es que la persona que invocas está ahí se mueven pero uff, a veces vos haces mover los lápices y si no la otra persona. No es peligroso”, afirmó.
Sin embargo, más allá de las declaraciones que estos jóvenes hicieron a El País EN, el efecto parece no ser el mismo en otras personas.
“Charlie” y el pánico
En Tarija, en medio de pánico vive una niña de once años de edad, quien relató que sus compañeras de curso practicaron el juego satánico llamado “Charlie” en el baño de su unidad educativa. Ahí invocaron al espíritu de un niño que, presuntamente, se les presentó y les causó un gran susto.
El hecho sucedió a las 17:30 del miércoles dos de septiembre de este año cuando varias niñas salieron del aula porque estaba ausente el profesor con el que les tocaba pasar clases. En ese instante unas decidieron jugar a las “pilladitas” y otras jugar “Charlie”.
Para practicar este juego ingresaron al baño, donde formaron un círculo y con unas monedas empezaron la invocación diciendo: “Charlie, si estás ahí, manifiéstate”. La niña se escondió previamente para ver qué es lo que hacían sus compañeras.
“Cuando me acercaba vi a mis compañeras que corrían asustadas, les pregunté ¿qué es lo que pasó? estaban alteradas, por eso fui al baño de nuevo y vi que la puerta solita se movía varias veces, estaba moviéndose, no había nadie que haga lo que vi”, relató.
La niña explicó que el juego se lo realiza con una moneda que es lanzada al aire, si cae cara, la respuesta es sí, si cae escudo es no. “Salió cara y ese rato se movió, entonces se hizo el pacto del silencio y luego me dijeron que no diga a los profesores”, contó.
A las 14:30 del día siguiente, la niña le pidió permiso a su profesora para ir al baño junto con otra estudiante; sin embargo, cuando ésta le mostró el lugar a su acompañante, le pidió que se persigne. La acompañante no lo hizo y al momento de lavarse las manos vieron que se abría y cerraba una de las puertas, por lo que ambas se asustaron y salieron inmediatamente del lugar.
La madre de la niña refirió a El País EN que su hija ya no quiere salir sola de noche al patio de su casa, ni ir al baño de su unidad educativa, además reveló que ha notado algunos cambios en una de las amigas de su hija. “La otra niña gritaba, ¡ya basta, déjame, ya basta, aléjate de mí!, se tapaba los oídos, su voz no era normal, era más aguda y chillona”, relató la madre.
La Copa perdonó la muerte
Laura Quispe, quien también le confió su historia a El País EN, tiene ya veinte años pero contó que hace cinco años, unos amigos le pidieron participar del Juego de la Copa, ella asegura que intentó por todos los medios disuadirlos; empero no hubo manera, pues estaban completamente convencidos.
“El hecho es que uno de los chicos tenía mucho miedo y había puesto una cruz bajo la mesa, los reté, la sacamos y siguieron con el juego. Yo estaba sentada en un sillón y la sesión ya había comenzado, cuando yo llegué ya estaban hablando con alguien”, relató Laura.
Añadió que era un espíritu bastante burlón ya que éste empezó a divagar, “decía que sí a algo, después que no, decía su nombre, después lo cambiaba y así continuamente, como si más de una presencia estuviera ahí”, explicó.
Agregó que en un momento ella se fue a la cocina y asegura que cuando regresó a preguntarle el nombre dijo que era satanás y que los iba a matar a todos. “Los chicos estaban de miedo, cuando uno de ellos (el que puso la cruz) dijo así que nos vamos a morir, ¿y quién va a ser el primero? Vos... le marcó la copa”, dijo Laura.
Aseguró que el chico se asustó, quiso manotear la copa y ésta se le vino encima. “Mi amigo se tiró para atrás con la silla, ésta se le dio la vuelta y se golpeó la nuca. Quedó inconsciente...llamamos a los padres, pedimos una ambulancia y apenas lo salvaron de morir”, concluyó y añadió que la historia no fue contada a los padres en ese momento.
La Ouija, no perdona
En agosto de 2011 otro hecho alarmó a Santa Cruz, pues unos estudiantes del colegio Humberto Egüez Roca, se animaron a jugar Ouija en el último periodo cuando el profesor de educación física se ausentó.
Luego de esto, un adolescente de 16 años, empezó a “enloquecer” supuestamente al sentirse poseído después de jugar a la Ouija. Su madre relató que tuvo que encerrarlo porque se mostraba muy agresivo y temían que haga daños a terceras personas.
En el domicilio del niño una multitud se congregó con un sacerdote y decenas de velas encendidas apuntando al cielo, para orar y considerar el hecho. Por temor suspendieron las clases a requerimiento de los profesores y padres de familia. El objetivo era precautelar la integridad de los 500 estudiantes de la unidad educativa.
El psicólogo tarijeño, Miguel Fernández, explicó que la Ouija es como un juego con varias letras, consiste en la aparición de espíritus por medio de un trance y una invocación, llegando a materializarse espiritualmente para luego hablar con el individuo que hace contacto con ellos.
“La persona que les invoca puede hacerle preguntas y el espíritu responderá moviendo el indicador hacia cada una de las letras de la tabla, para luego formar una respuesta completa a la pregunta”, detalló.
Según Fernández, la Ouija es un juego que lleva a la rebeldía e incluso a la esquizofrenia. Cuenta que un día recibió en su consultorio a un padre de familia muy preocupado, “mi hijo, parece que practica ese ritual, ya no es el mismo se viste de negro llega tarde a casa, se pierde dos días, grita como si estuviera endemoniado y habla sonseras, ya no le reconozco”, relató.
Psicólogos y religiosos piden no practicar juegos
El profesional en psicología Miguel Fernández sugirió evitar la práctica de estos juegos al haber consecuencias tales como las ocurridas recientemente en Santa Cruz. “Mareos, vómitos, alucinaciones y desmayos. Niños supuestamente, poseídos por criaturas sobrenaturales y demonios, eso es muy serio” señaló.
A la vez el director del Seminario de Pastores de la Unión Bautista Boliviana, Richard Quispe, apuntó a la curiosidad como el inicio de esta práctica de magia oculta “generalmente los jóvenes acuden en primer lugar por curiosidad para la práctica de la Ouija, pero también por alguna dificultad que tienen en las materias. Muchas veces buscan recibir alguna resolución de algún examen y también por la presión de grupo” indicó.
Raúl Guerrero, también pastor de una iglesia se refirió a la palabra de Dios, la cual condena toda práctica de adivinos, “se prohíbe que sea hallado en ti quien haga pasar a su hijo o hija por el fuego, ni quien practique adivinación, ni agorero, ni sortilegio, ni encantador, ni adivino, ni mago, ni quien consulte a los muertos, porque es abominación para Jehová aquel que hace esas cosas” citó al hablar la biblia.
Cómo funciona la Ouija o el juego de la copa según la ciencia
BBC/ agencias
Los investigadores afirman que el indicador o master del Ouija y las varitas de radiestesia son apenas dos ejemplos de objetos místicos que parecen moverse solos, cuando realmente los están moviendo las personas que están en contacto con ellos.
El verdadero misterio no sería entonces la conexión con el mundo espiritual sino cómo podemos generar movimientos sin darnos cuenta de que los estamos haciendo. El fenómeno se llama efecto ideomotor y se puede experimentar colgando un pequeño peso -como un botón o un anillo- de una cuerda, idealmente de no más que 30 centímetros de largo.
Al tomar una punta de la cuerda con una mano y estirar el brazo hacia el frente, tratando de mantenerlo completamente quieto de manera que el peso cuelgue sin obstáculos, éste empezará a girar, formando círculos pequeños.
La respuesta
El investigador, John Blades, explica que si quien lo está haciendo se hace una pregunta, cualquier pregunta, y decide que si el peso gira en un sentido de las manecillas del reloj significa “sí” y en el otro “no”, a pesar de que se esfuerce por quedarse quieto, el peso empezará a girar para responder la pregunta.
Para Blades no se trata de una fuerza sobrenatural, sino de movimientos diminutos que la persona está haciendo sin darse cuenta. “La cuerda exagera esos movimientos, la inercia del peso permite que se conserven y se acumulen hasta que se expresan un movimiento de oscilación periódica. Ese efecto es conocido como el Péndulo de Chevreul, en honor al científico francés del siglo XIX que lo investigó”, señala.