Según los responsables, del Liceo de Señoritas Venezuela, Colegio Nacional Mixto San Simón de Ayacucho, Colegio Antonio Díaz Villamil y Unidad Educativa Luis Alberto Pabón coinciden en señalar que los jóvenes, en esta etapa de su vida, “quieren tener la razón en todo y cómo la perciben, además no son capaces de pensar antes de actuar, o pensar en las consecuencias de sus actos”.
A ello, se suma una gran mayoría de adolescentes que son consecuencia de las familias desintegradas y que influyen en los primeros actos y experiencias de los jóvenes. Se sienten “grandes” para beber, están convencidos de que saben lo que hacen y se sienten orgullosos de hacerlo.
Si bien en Bolivia el consumo de alcohol en menores de edad se considera ilegal, la realidad enseña que es un comportamiento socialmente aceptado, conocido y permitido por la familia e instituciones educativas, que en su mayoría trabajan luchando contra su consumo.
Los hechos de encontrar a los jóvenes en estado de ebriedad o con aliento alcohólico termina con una conciliación entre los padres de familia, las juntas escolares, los docentes y la administración del colegio involucrado, y si esos casos no son alertados pasan desapercibidos.
Algunas de las formas más frecuentes de consumo de bebidas alcohólicas en los adolescentes es camuflar el alcohol en las mochilas, porque nadie las revisa, otra es introducir al colegio envases plásticos o incluso frutas inyectadas con alcohol, según el testimonio de un regente.
“Las ocultan en los calcetines o en el pantalón, y en el caso de las mujeres entre las calzas, o las faldas, en frutas, hemos visto incluso como hasta en el desayuno escolar han camuflado las chicas. Son pícaras”.
OPINIONES
Por su parte, la directora del Liceo Venezuela, Lourdes Porcel, lamentó que en ese establecimiento también se registraron casos de consumo de bebidas alcohólicas. “Creo que es necesario enfrentar la realidad del alcohol, según el reglamento en caso de encontrar alumnas con alcohol existe la expulsión, pero (en la práctica) no se puede hacer eso (…)”, explicó.
Informó que durante esta gestión se presentaron seis casos de consumo de bebidas alcohólicas o aliento alcohólico: “En esos casos tuvimos que realizar la denuncia a la Defensoría de la Niñez y Adolescencia y tuvimos que persuadir a las alumnas hasta llegar a una conciliación con sus padres, pero mucho de estos problemas vienen desde las familias”, concluyó.
Por su lado, el director del colegio San Simón Ayacucho, Mario Mamani Quispe, dijo que el mayor consumo de bebidas alcohólicas se registra fuera del horario de clases, hecho que también afecta. “Este año ha disminuido, tengo diez casos de consumos de bebidas alcohólicas, por ello, hemos solicitado a las autoridades policiales nos colaboren con requisas y denuncien a los estudiantes que se encuentran bebiendo en los alrededores”, indicó.
Asimismo, el director del establecimiento, Abran Nao Quino, dio a conocer que este año se registró un caso de un alumno que llegó con aliento a alcohol y tuvo una severa llamada de atención, pero actualmente se retiró del colegio.
Por su lado, el director del colegio Juan Alberto Pabón, Pedro Silva Azurduy, aseguró que dentro del establecimiento no se han registrado casos serios de bebidas alcohólicas, sin embargo, se han presentado casos de aliento alcohólico. “Hemos tenido un caso de un alumno que llegó con aliento alcohólico, convocamos a sus padres de familia y la madre se liberó informando que con su padre había tomado, que podría hacer sino reflexionar”, reportó.
El responsable del Comité Disciplinario, Juan Carlos Carbajal, desestimó que se haya incrementado los casos de consumo de alcohol, a su vez sostuvo que se están llevando adelante campañas de prevención contra estas y otras actividades que realiza la juventud.
No hay comentarios:
Publicar un comentario