Vestido de “Novia por Siempre”, torta de bodas, instalación de redes eléctricas, son algunos de los títulos de los trabajos de grado de los estudiantes de la unidad educativa Luis Quintín Vila, que desde el 2015 entrega el diploma como bachiller técnico y humanístico pleno.
Es una de las seis unidades educativas del municipio de Cochabamba que logró cumplir con todos los requisitos para promocionar a estudiantes con título de técnico medio. Los demás son el Instituto Eduardo Laredo, Avaroa B, Buenas Nuevas, Mejillones y Ayni Pacha.
En Cochabamba solo el 4.4 por ciento de establecimientos logró la resolución para la doble titulación de los estudiantes, desde la implementación de la Ley Avelino Siñani y Elizardo Pérez, en 2010. Se trata de 32 de los 720 colegios del área urbana y rural.
La norma señala (en el artículo 14) que la educación está orientada a la formación y la obtención del “diploma de bachiller técnico humanístico, y de manera progresiva con grado de técnico medio”. Se establece que el proceso dure seis años, en los cursos de primero a sexto de secundaria con clases teóricas y prácticas.
En el colegio Luis Quintín Vila, por ejemplo, los alumnos cumplen con 1.920 horas de talleres a lo largo de su formación. Semanalmente, pasan 48 horas de educación técnica y 36 de la humanística.
Las principales dificultades encaradas por las autoridades son la falta de infraestructura y equipamiento para la implementación de los talleres productivos. Otro freno es la carencia de ítemes para los profesores que dicten las materias técnicas. Se suma el problema de que más de un colegio comparte la infraestructura con otros por turnos. Esto hace inviable que cada uno pase clases las horas necesarias que demanda una jornada completa (tarde y mañana).
La directora del Luis Quintín Vila, Rose Mary Fuentes, dijo que el establecimiento, desde su fundación, fue concebido para la formación en ramas técnicas, pero hace un año lograron la resolución, tras la presentación de un proyecto, donde se detalla las ramas técnicas que ofrecen, su contenido curricular y la cantidad de horas académicas por área, tanto por la técnica como por la humanística. Cuenta con talleres y áreas de trabajo en gastronomía, belleza, artesanías y costura. Los estudiantes que optaron por gastronomía, por ejemplo, se capacitan en la elaboración de alimentos, pero también en la conservación. Tiene espacios equipados con todo el menaje de cocina necesario. Lo mismo se observa en las salas de las demás áreas.
Fuentes dijo que les llevó varios años instalar todos los talleres con las condiciones necesarias. Lo lograron con el respaldo de Organizaciones No Gubernamentales (ONG) y no de las autoridades municipales y departamentales.
El viceministro de Educación Regular, Juan José Quiroz, aclaró que se trata de un proceso gradual y recordó que la construcción de infraestructura y el equipamiento de los centros educativos es competencia de los gobiernos municipales.
Mencionó que además de los colegios con diploma de bachiller pleno, hay establecimientos que se encuentran en la etapa de adecuación.
El técnico de educación regular de la Dirección Departamental de Educación (DDE), Cristhian Villarreal, explicó que en el área rural hay unidades educativas que cuentan con todas las condiciones.
Mencionó el caso del Don Bosco en Bolivar; Balderrama en Cliza; Óscar Únzaga de la Vega en Capinota; Padre Gerónimo Uzeda en Chimoré; Colegio Boliviano Alemán en Independencia; Juan Pablo II y Papa Francisco en Puerto Villarroel; Colegio Nacional Calama, Franklin Anaya y San Martín de Porres en Quillacollo, La Bélgica y Papa Juan B en San Benito; Jesús María Matarani en Sacabamba; Topáter y Juan XXIII en Sipe Sipe, Unidad Educativa Sisa en Tiquipaya; Rodeo en Tiraque, Víctor Ustáriz y el Instituto Tecnológico Agropecuario en Tarata y Juan Pablo II en Villa Rivero.
Privados debatirán en un congreso
En octubre, los colegios particulares se reunirán en un congreso nacional para debatir la manera en que encararán la implementación del bachillerato técnico. El presidente de la Asociación de Colegios Privados de Cochabamba (Andecop), Genaro Durán, dijo que urge el debate para definir los lineamientos a seguir.
Explicó que las principales dificultades son la infraestructura adecuada, equipamiento y la contratación de personal especializado en ramas técnicas con formación normalista.
Admitió que existen dificultades financieras para la implementación y mencionó la posibilidad de demandar el aporte de los padres de familia. No cuentan con ningún apoyo de las instituciones públicas. A diferencia de los colegios fiscales, cuyas infraestructuras y equipamiento son de responsabilidad de las alcaldías.
Aclaró que algunos colegios presentaron sus proyectos a la Dirección Departamental de Educación (DDE), pero que no recibieron una respuesta.
El Maryknoll, Irlandés, Anglo Americano, Boliviano, Argentino y el Pedro Poveda son algunas de las unidades educativas que presentaron sus proyectos para otorgar el bachillerato técnico humanístico pleno.
Hay 66 colegios en camino al doble bachillerato
En el departamento de Cochabamba hay 66 unidades educativas entre fiscales, de convenio y privadas en proceso de transformación para obtener la resolución ministerial y otorgar el doble bachillerato.
El técnico de Educación Regular de la Dirección Departamental de Educación (DDE), Cristhian Villarreal, explicó que estos establecimientos comenzaron con la implementación del proceso con estudiantes de tercero y cuarto de secundaria.
Cada establecimiento presentó un proyecto a la DDE para comenzar con la transformación paulatina. Éstos comenzarán con la implementación en 2017. En tres años, en 2019, estarán en condiciones necesarias para promover a los técnicos.
Villarreal explicó que cada uno presentó un proyecto para que sea evaluado por los técnicos de Educación. En la propuesta deben presentar las áreas por las que apuestan, la cantidad de horas académicas y las instalaciones en las que las desarrollarán.
Mencionó que existen casos de unidades educativas que propusieron, a futuro, compartir talleres para lograr el bachillerato técnico pleno de los alumnos.
Una de las principales dificultades es la falta de infraestructura. En Cochabamba, por ejemplo, el secretario de Desarrollo Humano de la Alcaldía de Cochabamba, Andrés Cuevas, anunció que en 2017 se priorizará los planes educativos en infraestructura y equipos.
En Sacaba se prevé el equipamiento de una de las unidades modelo y la construcción de un segundo colegio, en el área rural del municipio.
Se hace inviable implementar el proyecto
Alberto Libera
Educador
La formación de los bachilleres en ramas humanísticas y técnicas es importante porque los estudiantes cuentan con herramientas para encarar una carrera universitaria o emprender una actividad económica en su rubro.
Sin embargo, es inviable porque demanda una importante inversión en la construcción y equipamiento para su funcionamiento. Además, se requiere una fuerte inyección financiera del Ministerio de Educación en la contratación de nuevos docentes porque se necesita cubrir miles de horas para habilitar los talleres.
Tampoco es factible compartir módulos entre varios establecimientos porque cada centro cuenta con, al menos, tres paralelos. Sería complicado establecer responsabilidades sobre la administración, por ejemplo, el pago de los servicios o la reposición de pérdidas o equipo dañado.
Hasta la fecha, no se observa avance en la promoción de técnicos medios. Los establecimientos que cuentan con la resolución son aquellos que tienen décadas de experiencia en la formación humanística y en diferentes áreas. Nacieron con ese propósito y regularizaron su situación ante el Ministerio de Educación, mediante la entrega de proyectos.
El actual sistema educativo, a seis años de la implementación de la Ley Avelino Siñani y Elizardo Pérez, no ha sufrido una transformación de fondo y continúa centrado en el conocimiento a través del desarrollo de las materias tradicionales y, por lo tanto, debe haber otro plan curricular acompañado de estrategias para la formación en valores de los estudiantes de todos los colegios.