La profesora responsable de la actividad, Rosario Ayad de Ojalvo, explicó que con esta actividad se quiere mostrar que con un poco de habilidad, y mucha imaginación, se puede llegar a crear horas interminables de entretenimiento, aunque también admitió que fue muy difícil hacer volar las cometas, esto por la falta de viento.
"Cabe recalcar que ninguno de los voladores es comprado, hemos trabajado anoche (miércoles) hasta muy tarde con los papás y los niños, elaborando estos hermosos cometas para poder hacer volar. Más que todo recuperar estos juegos que se están perdiendo, hemos ido al Corazón de Jesús, no había mucha corriente de aire, pero por lo menos unos seis se lograron elevar", remarcó.
La educadora, que siempre se caracterizó por tener interesantes emprendimientos con sus estudiantes, como los juch´uy (pequeños) escritores, que la gestión pasada presentaron un libro escrito por ellos denominado "Quechuañol", reconoce que "el avance de la tecnología es importante, pero no debe volvernos autómatas, debemos tener otras formas de resolver las cosas".
"Si bien la tecnología es provechosa, creo que no la estamos sabiendo aprovechar, esto parte de la casa, especialmente de los papás, los maestros hacemos el esfuerzo necesario en las aulas para tratar de que este avance tecnológico no vaya agotando el cerebro de los niños, en el curso por ejemplo no manejan celular y estamos en constantes charlas para que los papás vayan concienciándose y formando una persona de forma integral", enfatizó.
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