“Quiero jugar fútbol y por ser mujer los chicos no me dejan”, manifestó una estudiante de 13 años.
“Dicen que soy muy bajita para jugar básquet. No entienden que es mi pasión”, contó otra escolar de nueve.
“Me discriminaban por ser el nuevo, pero todos tenemos un punto de tolerancia también”, dijo un estudiante de 18.
Defensa de Niñas y Niños Internacional (DNI) Bolivia realizó ayer un conversatorio de niñas, niños y adolescentes, de entre 9 y 18 años, denominado “Por una cultura libre de discriminación” en el que estudiantes de diferentes colegios expusieron experiencias propias en torno a casos en sus unidades educativas y en sus mismas familias.
La directora ejecutiva de DNI Bolivia, Rina López, explicó que la institución trabajó durante un año con los escolares de 20 unidades educativas que lograron visibilizar prácticas discriminatorias que, en principio, no eran identificadas como un tipo de agresión.
Algunos se expresaron con voz entrecortada al narrar su situación.
“Mi mamá me trata diferente a mis hermanos, porque yo soy morena”, manifestó una adolescente de secundaria.
La mayoría, con seguridad, se presentó con su nombre y relatando sus vivencias dando a entender que superaron la situación, pero exigiendo respeto entre compañeros y entre familiares.
“Yo uso lentes, me decían ‘cuatro ojos’ y no hablaban conmigo”, comentó un pequeño de primaria.
López dijo que en un primer momento, al ser consultados, los estudiantes negaban haber sufrido algún acto de discriminación y menos haber sido discriminadores, “hasta que se habló de aspectos como que a partir de los chistes se puede discriminar a otras personas, como cuando se repite: ‘Mujer tenía que ser”.
Durante la actividad, también resaltaron los casos de discriminación de género.
“En mi casa quieren que yo haga todo porque soy mujercita. Quisiera que mi hermano y mi papá también tengan sus responsabilidades en el hogar”.
López describió que incluso los profesores y las profesoras se equivocan.
“En una excursión, uno de los chicos estaba pelando tomates y la profesora le preguntó qué es lo que hacía y que mejor vaya por leña. Sin querer, está reforzando roles para varones y para mujeres”.
La escolar que expresó su interés por el fútbol aclaró que “no solo los hombres tienen derecho a jugar”.
Otra sostuvo que “le hacen menos porque no puede correr”.
Una niña dijo que no le gusta que le digan “gordita” ni que “come mucho”.
“No me gusta que me digan chino”, expresó uno de 13 años. Reconoció que en defensa llegó a golpear a algunos de sus compañeros. Agregó que ser flaco, alto o tener un color de piel determinado no deben ser motivos de agresión por parte de compañeros y familiares.
EL AUTOESTIMA Tres estudiantes líderes que participaron de este conversatorio dieron a conocer testimonios sobre los hechos que sufrieron e hicieron énfasis en que su alto autoestima hace que el resto no afecte en su personalidad.
Una de ellas contó que ya logró superar los momentos incómodos.
“Mi mamá es comerciante, vende anticuchos. Tengo compañeros que se creían mucho y me decían: ‘Tu mamá es una campesina’. Me he dado cuenta de que eso no tiene que afectarme. Incluso me han dicho palabrotas que antes me dolieron”.
Otra adolescente cuestionó que haya sido excluida por ser hiperactiva. “Solo por ser feliz”.
LO QUE BUSCAN Los estudiantes víctimas de estos casos expresaron que se necesita una sociedad inclusiva y respetuosa, que valore las cualidades de cada persona, sin ofenderla.
Los chistes
Los estudiantes identificaron que los chistes pueden ser muestras de discriminación y que no se debe dañar.
Escriben libro con experiencias
Las experiencias de discriminación identificadas por los estudiantes de una veintena de unidades educativas serán plasmadas en un libro.
La directora ejecutiva de Defensa de Niñas y Niños Internacional (DNI), Rina López, informó que se prevé que la publicación esté lista el próximo mes.
Explicó que el objetivo es que la sociedad conozca esas vivencias “para que se dé cuenta de cómo, sin querer, los papás, las mamás e incluso los educadores refuerzan la discriminación”.
Se prevé que el documento exponga fragmentos de las entrevistas que se realizaron a un total de mil estudiantes, entre niños y adolescentes, de una veintena de colegios, principalmente de la zona sur de la ciudad de Cochabamba.
López resaltó que, durante un año de trabajo, se hizo énfasis en evitar que entre compañeros se llamen por apodos en lugar de utilizar los nombres de cada uno, como una forma de superar prácticas no adecuadas que pueden afectar a algunas personas.
Apuntes
La conmemoración
Tres años después de la Revolución Nacional en Bolivia, en 1955, se acordó que cada
12 de abril sería el Día del Niño Boliviano. Pasaron 62 años desde entonces.
La vulneración
El gerente del Programa de Aldeas Infantiles SOS, Alberto Melgar Rada, manifestó que cada caso de vulneración de derechos contra niños y niñas es una historia particular que
afecta en la vida de cada uno.
“La suma de todas estas historias de desprotección y
vulneración de derechos de niños y niñas, determina, en gran parte, el tipo de sociedad que construimos y la que
proyectamos”.
Según los registros de la Defensoría de la Niñez y Adolescencia del municipio Cercado, durante el 2016, registró más de 5 mil casos de vulneración de derechos a niños y niñas, donde alrededor de mil fueron de abuso psicológico,
y aproximadamente 300
por abuso sexual.
Familias
SOS expuso que, a partir de
una investigación nacional
entre Aldeas Infantiles SOS y la Universidad Católica Boliviana en el 2016, en Bolivia existen
alrededor de 900 mil niños
y niñas en riesgo de perder
el cuidado de sus familias.
Niños en centros
En función al análisis de información del Ministerio de Justicia (2009), Aldeas Infantiles SOS (2012) y el Defensor del Pueblo (2015), se halló que entre 2009 y 2016, el porcentaje de niños y niñas institucionalizados en centros de acogida se elevó en 57 por ciento . En el 2009 existían 16.981 niños y niñas institucionalizados, el 2013 subió a 20 mil y para el 2016, son a alrededor de 30 mil.
Con quién viven
En Bolivia, más de 190 mil niños y niñas viven con otro pariente que no es su padre
o madre. También más de 80.000 niños y niñas viven con otro no pariente, es decir, ni su padre, madre, tío, abuelo u otro (Memoria Anual 2015 de Aldeas Infantiles SOS).
Infanticidios
Según la Fiscalía General del Estado Plurinacional de Bolivia, cada 10 días existe un infanticidio.
Tiquipaya
La Defensoría de la Niñez y adolescencia de Tiquipaya, durante el 2016, registró 950 casos de vulneración de derechos a niños y niñas.
Población
El 38 por ciento de la población boliviana es niña, niño y adolescente.