"Ya que todavía no contamos con las nuevas cámaras de seguridad, lo que habíamos previsto es que los papás vayan a rondar por las calles cercanas. También se indicó a los maestros que no dejen ir a los niños si su familiar no llega al colegio. Estos son algunos de los recaudos que se han tomado para que los menores no se extravíen”, dijo directora edil de Educación, Jhenny Heredia.
El 5 de agosto, el Concejo municipal autorizó el desembolso de 3.550.000 bolivianos para la adquisición de cámaras de vigilancia. Aprobó además tres proyectos: Ceja Segura, Escuelas Seguras y Mejoramiento del sistema de seguridad en la zona Ferropetrol. La Sole anunció que se comprarán los equipos la siguiente semana.
"Vemos que hay vulnerabilidad de los menores, sobre todo en los distritos 1,2,3 donde hay afluencia de gente que puede cometer, por ejemplo, un secuestro. También nos preocupa la venta de droga”, acotó Heredia.
El municipio alteño cuenta con 30 cámaras de seguridad y un centro de monitoreo heredado de la anterior gestión edil. "Primero rehabilitaremos y reubicaremos las 30 cámaras, que no están en las mejores condiciones. Además compraremos 15 equipos más. Todo con un presupuesto de 1.200.000 bolivianos”, anunció el secretario de Seguridad Ciudadana, Marco Vera.
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