Decenas de padres de familia reclamaron ante la imposibilidad de inscribir a sus hijos en las unidades educativas elegidas, principalmente debido a que ya habrían listas de reserva desde el año pasado. Las autoridades anunciaron sorteos, pero ayer brillaron por su ausencia en los establecimientos educativos, ante los que se formaron largas filas por días, y donde hubo más problemas.
Cupos cubiertos. Los problemas fueron evidentes en colegios del centro de la ciudad de La Paz, donde muchos padres prefieren llevar a sus hijos por hallarse cerca de sus fuentes laborales. La alta demanda llevó a cientos de progenitores a formar filas por varias semanas, pese a la prohibición gubernamental.
Por ejemplo, padres aglomerados en la unidad educativa Beata Plácida señalaron que desde el fin de semana muchos formaron la fila para inscribir a sus hijos, pero ayer, la Dirección ordenó hacer otra a quienes habían hecho la reserva el año pasado. A mediodía, se anunció que ya no quedaba ni uno de los supuestos 120 cupos, sin que se permitiera el ingreso de ningún padre de la fila de espera, menos aún se consultó o tomó en cuenta a quienes viven en la zona o tienen otros motivos imperiosos para llevar a sus niños a este centro.
En el kínder Macario Pinilla ni qué decir. De los supuestos 180 cupos, solo 30 ingresaron de la fila formada desde el año pasado, ya que habría una reserva de hermanos que coparon las demás plazas. Las autoridades de esta unidad educativa salieron a pedir a los padres que acudieran a la escuela Agustín Aspiazu, donde podrían inscribir a sus hijos, y tampoco recibieron documentos o consultaron si habían vecinos en la fila. Los padres que esperaron en el kínder Óscar Alfaro, por su parte, decidieron bloquear la avenida Montes al enterarse que en este sitio sí se realizaría un sorteo por la cantidad de solicitudes de ingreso. Lo mismo sucedió con otra unidad educativa ubicada en la calle Sucre.
En el Instituto Americano también se terminaron rápidamente las plazas, sin embargo la directora solicitó a los padres pedir que se les agende una audiencia para considerar casos especiales.
En todo el recorrido, solo un par de funcionarios de la Defensoría del Pueblo inspeccionaron algunas unidades educativas, pero no se observó a funcionarios de Gobierno para efectuar controles en las unidades educativas.
3 días al menos realizaron fila los padres que quieren inscribir a sus hijos en el Centro Piloto, de Miraflores.
No hay comentarios:
Publicar un comentario