COMPONENTES
Bajo esa lógica surgió el IPS, calculado para 133 países, por medio de 53 variables clasificadas en 12 componentes que incluyen: salud, educación básica y superior, seguridad personal, acceso a vivienda digna, medioambiente y acceso a oportunidades, incluyendo derechos civiles y libertades esenciales, tolerancia e inclusión social.
De acuerdo a Carlos Machicado, director ejecutivo e investigador de Inesad, resulta contradictorio observar que la variable en la que mejor se desempeña Bolivia es el acceso a la educación básica, con una calificación de 91.26, al mismo tiempo que la variable en la que obtiene la peor calificación es el acceso a la educación superior (33.38), que además es una de las más bajas de la región, superando solamente a Paraguay”, sostuvo en su blog el pasado 1 de julio.
El director del Inesad explicó que el IPS surge como un indicador para analizar el fenómeno del desarrollo en Bolivia desde una perspectiva normativa que toma en cuenta aspectos que van más allá de las variables económicas cuantitativas, (PIB), pero que, sin embargo, nos da una idea del nivel de vida de la sociedad, de las oportunidades que tiene la población y de los riesgos que enfrenta. Se puede decir que incluso es un índice más completo que el Índice de Desarrollo Humano”, puntualizó.
EDUCACIÓN DE CALIDAD
Según sus apreciaciones, uno de los grandes problemas y falencias que tiene Bolivia es precisamente el acceso a una educación superior de calidad. “Esto es más evidente cuando se hila más fino en este índice y se comprueba que Bolivia no cuenta con ningún centro superior de estudios dentro del ranking global de universidades, obtenido de tres fuentes distintas de prestigio internacional”.
NUEVO ÍNDICE
El IPS es relativamente nuevo, pues fue lanzado por primera vez en el año 2015. En el caso boliviano destaca algunos resultados, que muestran que entre 2015 y 2016 se ha logrado reducir el porcentaje de la población en estado de desnutrición de 19.5% a 15.9% y disminuir el déficit alimentario en 23%.
DESNUTRICIÓN
En el caso boliviano este marcador destaca que entre 2015 y 2016 se ha logrado reducir el porcentaje de la población en estado de desnutrición de 19.5% a 15.9% y disminuir el déficit alimentario en 23%.
“Sin lugar a dudas, el IPS permite que los investigadores y la sociedad en su conjunto cuenten con una medición mucho más precisa del concepto de desarrollo económico en el amplio sentido de la palabra”, sostuvo el experto.
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