Mérida explicó que, lamentablemente, el bullying no tenía una figura jurídica definida en la normativa penal por lo que anunció que impulsará una normativa que tipifique el acoso escolar y tenga el castigo que corresponda, de acuerdo a parámetros jurídicos.
La primera autoridad edil de Quillacollo antes de asumir el cargo trabajó como abogado, denunciando numerosos casos de violencia, no solamente en ese municipio, sino en el departamento. “En el bullying, tanto el agresor como la víctima y los familiares, necesitan apoyo sicológico”, coincidieron en indicar las autoridades.
De acuerdo a testimonios recogidos por este medio, el caso de los cinco estudiantes que presuntamente cometieron acoso escolar, podría estar vinculado a las actividades de pandillas en Quillacollo. Decenas de estas operan en diferentes municipios de la provincia.
“Hay pandillas y existe temor por su presencia”, había manifestado uno de los entrevistados al ser preguntado sobre la seguridad en su zona.
Las actividades de las pandillas, comunes a casi todo el país, merecieron un proyecto de ley que prevé sanciones, también para padres y profesores.
Pero si bien las actividades pandilleras serán sancionadas a través de este proyecto de ley, no ocurre lo mismo con el tema del bullying, explicó Mérida.
BULLYING EN ESPERA Actualmente, los cinco estudiantes que fueron acusados de cometer bullying a trece de sus compañeros en una unidad educativa de Quillacollo, guardan detención domiciliaria a la espera de que la Fiscalía culmine las investigaciones, en un plazo no mayor a los 45 días. Si bien los involucrados y sus familiares rechazaron haber cometido los abusos, las autoridades ediles y la Policía manejan los testimonios de los estudiantes que fueron víctimas, supuestamente, de golpes en sus genitales.
El hecho, denunciado el pasado 16 de junio por la Defensoría de la Niñez y Adolescencia de Quillacollo, cobró notoriedad por el modo en que fue ejercido el “bullying”, utilizando, inclusive un aula del establecimiento educativo.
TESTIMONIOS Algunos de los familiares de los estudiantes expulsados y que guardan detención domiciliaria, conversaron con este medio; la tía de uno de los adolescentes investigados contó que su madre falleció cuando el estudiante era muy pequeño. “Eso le afectó mucho”, añadió, a tiempo de negar que su sobrino hubiese incurrido en los hechos que le señalan.
Otros testimonios recogidos, apuntan a que uno de los presuntos acosadores tendría más edad de la que se le señala y que se habría aplazado tres años seguidos. Este extremo no pudo ser confirmado ni desmentido por las autoridades.
INSTITUCIONES PREOCUPADAS A todo esto, las autoridades expresaron su preocupación por este y otros casos de bullying, debido a las connotaciones sociales del mismo.
De 13 a 15 años
Oscilan las edades de los estudiantes sospechosos de haber cometido acoso escolar a 13 compañeros en Quillacollo.
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