La sentencia fue emitida ayer por una juez del menor a denuncia de las Defensorías de la Niñez y Adolescencia del Gobierno Autónomo Municipal de Potosí.
El juez le impuso una sanción pecuniaria equivalente a un mínimo nacional, es decir, 1.656 Bolivianos. Además el juez le prohibió rotundamente ejercer cualquier tipo de presión contra los alumnos porque no fue destituida ni menos echada del establecimiento educativo.
Se definió claramente que no debe existir represalia en la calificación de las notas del último bimestre de la presente gestión escolar. Lo contradictorio es que ahora, según la sentencia, la maestra no puede permanecer en el mismo lugar donde están los alumnos afectados, pero seguirá en el establecimiento educativo.
Asimismo, la determinación judicial es tajante pues la maestra debe cesar cualquier tipo de presión contra los estudiantes, según informó la responsable de las Defensorías de la Niñez y Adolescencia, Eunice Cruz.
La funcionaria no quiso dar mayores detalles de lo ocurrido ya que se revictimizaría a los alumnos, en este caso, menores de edad. Sin embargo, afirmó que la investigación se realizó al interior del establecimiento educativo. Los alumnos de primaria fueron interrogados e identificaron a la maestra “como una persona mala y que, evidentemente, les agredía físicamente. Les llegaba a botar de las clases arguyendo que no cantaban bien y les daba adjetivos descalificativos, como que son tontos, inútiles”.
Cruz afirmó que al aceptar la denuncia de los padres de familia y luego de verificar que presuntamente había el maltrato a los alumnos, se decidió demandarla a la maestra como Defensorías como medida precautoria hacia los niños y niñas.
"La intervención sicológica ha determinado que este hecho de violencia a causado un estado de ansiedad y estrés", dijo.
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