Ejecutando el proyecto en coordinación con el centro, se equipó este espacio con dispositivos de última generación para desarrollar las habilidades motrices, cognitivas, sociales y lingüísticas de todos los niños y jóvenes que se forman en dicha institución. El aula digital brinda apoyo a terapeutas y padres a través de la estimulación para la educación especial.
"Llegamos a Oruro con la red de aulas digitales que estamos creando en todo el país. Es una alegría ver cómo la tecnología puede servir cada vez más a una causa social de amplia relevancia", comentó Pamela Moreno, coordinadora de Comunicación y Responsabilidad Corporativa de Tigo.
"Reafirmando nuestro compromiso con Bolivia y materializándolo a través de la política de Responsabilidad Corporativa, en Tigo estamos muy complacidos de aportar a la construcción de una nueva sociedad ´Pixel a Pixel´", dijo Moreno.
Las aulas digitales de apoyo motriz son espacios amplios donde niños y educadores interactúan para promover el aprendizaje. A través de recursos visuales, táctiles, expresivos y auditivos, se desarrollan nuevos conocimientos y habilidades de acuerdo a las características específicas de cada edad.
El programa consta de tres etapas en las que se trabajan la experiencia digital, la aplicación de juegos interactivos y motrices y se evalúan los resultados en el aprendizaje y la terapia anual de cada usuario.
El proyecto nacional Aulas Digitales Tigo de Apoyo Motriz estima impactar en más de 3.600 beneficiarios directos al año por cada Aula Digital implementada. Con la acción coordinada y sostenida de los centros, su actualización y crecimiento, se pretende asegurar año tras año nuevas incorporaciones para beneficiar a más personas.
El Centro de Educación Especial "Ghislain Dubé", asiste a niños y niñas con discapacidades intelectuales y múltiples, brindando los servicios educativos de un programa no escolarizado, ofreciendo atención temprana y promoviendo la independencia de los beneficiarios en diferentes niveles: personal, social y de formación técnico productiva. Además, brinda servicios multidisciplinarios como fisioterapia y psicología a familias en condiciones sociales extremas que tienen hijos con parálisis cerebral, síndrome de Down y autismo. En sus aulas se fomenta la educación inclusiva, creando para niños y adolescentes un ambiente donde se respetan sus derechos.
Tigo ha asumido un firme compromiso con esta y otras instituciones del país para favorecer a un sector altamente vulnerable de la población y responder de forma más efectiva a sus necesidades. "Seguiremos adelante con este proyecto en diversos puntos de Bolivia, porque combinar capacidad tecnológica y espíritu solidario es una fórmula que genera resultados increíbles", concluyó Pamela Moreno.
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