“Los dirigentes de la COB definitivamente son unos traidores y vendidos, han entregado de cuerpo entero nuestra institución, no existe la independencia política y sindical. En la conciencia del trabajador está que hay que recuperar a nuestra COB de toda esa camarilla que se ha incrustado y está al servicio del Gobierno”, sostuvo.
En su criterio se suma el hecho de que los dirigentes que ejercen la independencia ideológica y política son perseguidos o procesados. “Por eso el gobierno de Evo Morales no es nuestro gobierno”, enfatizó.
Afirmó que esa lectura se deriva porque el actual régimen no está con los trabajadores y “menos ha virado hacia el socialismo” porque asegura que sigue vigente el 21060, “columna vertebral del neoliberalismo”, y que el gobierno del Movimiento Al Socialismo (MAS) no lo ha derogado, “sigue en pie las líneas matrices que los trabajadores vemos a través del libre comercio, la flexibilización laboral o la penalización al derecho a la huelga”.
“Un gobierno que penaliza el derecho a la protesta no puede ser un gobierno de los trabajadores”, sostuvo.
En ese sentido, para la dirigente trotskysta el gobierno de Evo Morales está al servicio de las transnacionales como lo demuestra la aprobación de la Ley de Inversiones, una norma de protección “total” a estas empresas para asegurar y “puedan seguir saqueando todo lo que puedan”. “Lo mismo es la Ley de Minería donde ha desaparecido la palabra nacionalización y siguen las transnacionales siendo dueñas de toda la cadena productiva”.
Las últimas reuniones convocadas por los dirigentes cobistas han servido para ratificar su apoyo al Gobierno en las elecciones del próximo mes de octubre y de esa manera facilitar su reelección.
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