La capacitación es parte del trabajo que realiza la Defensoría del Pueblo en Oruro, en primera instancia a maestras y psicólogas quienes replican lo aprendido en niños de 4 a 5 años y padres de familia.
En los cursos de capacitación se advirtió que los padres perdieron valores importantes para cuidar y proteger a sus hijos, que a partir de la capacitación cambiaron de actitud según advirtieron las maestras de las unidades educativas y la psicóloga Lizeth Echalar que fue la monitora del proyecto.
Un simulacro sobre trata y tráfico se efectuó ayer en horas de la tarde a cargo de las maestras, se presentó una obra teatral en el que participaron los niños y una presentación de títeres que estuvo a cargo de los padres de familia.
Durante la presentación, Omar Flores, uno de los padres de familia que se involucró con la actividad, dijo que pasaron previamente cursos sobre trata y tráfico, mediante el cual aprendieron la importancia de cuidar responsablemente a los niños el momento de recogerles o llevarles al colegio.
Entre los cuidados de prevención, se recomendó a los niños saber su nombre completo, el de sus padres, la dirección de sus domicilios y el número de teléfono de cada uno de ellos; además se les instruyó que deben pedir ayuda a los policías si una persona desconocida pretende llevarles a otro lugar.
La psicóloga explicó que se advirtió muchos cambios tanto en padres y niños quienes tenían problemas con el lenguaje lo que fue mejorado a través del proyecto.
Para que los niños asuman responsabilidad se les entregó un huevo a cada uno, el cual asemejaba a un bebé a quién debían cuidar y proteger el momento del recreo, lo que motivó a los niños a tener responsabilidad y entender la labor que realizan sus padres con ellos.
Los papás aprendieron bastante, todos hemos aprendido porque primero se vio la identificación del problema, explicó Echalar.
Por su parte la directora del kínder 12 de Abril, Betty Yucra Santos, comprometida con la implementación del proyecto, dijo que el trabajo fue positivo porque los niños aprendieron a ser responsables, un hecho que no es tangible, pero que a través de la práctica enseñaron a los menores a tener valores, amor, esperanza, solidaridad.
"Nos alegra que la Defensoría nos haya ayudado, este fue un trabajo en equipo porque la educación es un trabajo de todos", manifestó.
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