Las casonas antiguas del distrito Centro en las que se pasan clases son una amenaza para los estudiantes.
El argumento del alcalde paceño, Luis Revilla, y sus allegados de que las movilizaciones de los padres de familia son políticas y que buscan perjudicar la gestión edil se cae por la realidad que presentan las infraestructuras educativas públicas, afirmó el dirigente de padres de familia César Mamani.
Un recorrido de Cambio por los colegios Holanda, Liceo La Paz, San Simón de Ayacucho, Hernando Siles, Adrián Oliva y escuela Copacabana de Fe y Alegría evidenció el mal estado de las infraestructuras y mobiliario de esos centros educativos, bajo tuición edil.
Mamani, presidente de las juntas escolares del macrodistrito Max Paredes y dirigentes de los distritos Centro y Cotahuma, señala que el alcalde Luis Revilla es quien politiza el hecho acusando a los padres de ser partidarios del Movimiento Al Socialismo (MAS).
El presidente de las juntas escolares del macrodistrito Centro, Marco Aguilar, aseguró que la mayoría de las infraestructuras de las 86 unidades educativas del sector funcionan en precarias condiciones por su antigüedad.
A decir del dirigente, la Alcaldía no se ocupa de arreglar o mejorar las condiciones de varios establecimientos educativos, aduce que son edificios patrimoniales, y los que pagan las consecuencias son los estudiantes porque pasan clases en viejas e improvisadas casonas, con balcones y barandas a punto de caerse, paredes de adobes húmedas y pisos en mal estado.
El presidente de las juntas escolares del macrodistrito Max Paredes, César Mamani, desde mediados de septiembre lidera una movilización para exigir atención a las construcciones del 80% de los 66 colegios.
Con características particulares, la situación de los colegios es casi similar. Tal es el caso del colegio Holanda, que funciona en tres turnos, que lidia con los baños tapados, grifos y lavamanos rotos. Además de mesas y pupitres quebrados, fisuras por doquier, vidrios y puertas quebradas, y techos de calamina oxidada.
La presidenta del macrodistrito Cotahuma, Cristina Vda. de Murillo, señaló que el panorama de los colegios y escuelas en ese sector es similar. Es así que el 50% “es foco de infección por el mal estado de los baños”.
Las deficiencias también abarcan a las limitaciones técnicas. 1.200 alumnos del Liceo La Paz pasan la materia de Computación en 20 máquinas, que fueron mantenidas sólo tres veces en 10 años.
Ante esta realidad, los dirigentes demandan soluciones estructurales y no “simples maquillajes”. El pedido es apoyado por el concejal Jorge Silva (MAS), quien plantea la modificación del Plan Operativo Anual (POA) 2014, que da más recursos para la publicidad.
Las juntas escolares señalan a la centralización de la educación en la Alcaldía como la causante del abandono, por lo que piden la descentralización a las seis subalcaldías.
El viernes fue dado de baja el último de los seis padres de familia del macrodistrito Max Paredes que estaban en huelga de hambre desde el 26 de septiembre.
Los dirigentes de las juntas escolares denuncian que la Alcaldía recurre a la estrategia de división para debilitar el movimiento por mejores condiciones de estudio de sus hijos.
Según la Comisión de Economía del Concejo Municipal, sólo el 2% de los 2.000 millones de bolivianos del POA es para educación.
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