Los problemas que frecuentemente se observan son paredes pintarrajeadas, vidrios rotos y destrozos de puertas y grifos, según el oficial mayor de Infraestructura Pública del gobierno municipal de La Paz, Rodrigo Solís. En La Paz existen más de 200 unidades educativas.
“Cada año nos hemos quejado de los vidrios que rompen los estudiantes y los grafitis, que ahora no sólo se presentan en los baños sino en otras áreas de las unidades educativas”, dijo.
Solís indicó que el año pasado tres colegios fueron los más dañados y requirieron una mayor inversión y trabajo.
“El colegio Hugo Dávila y el Felipe Segundo Guzmán de la avenida Saavedra, frente al Cossmil, además del colegio República de China son las unidades educativas que más han sufrido daños y maltratos por parte de los estudiantes”, informó.
La coordinadora de la Unidad de Mantenimiento de Infraestructura Social, Mayra Portillo, añadió dos establecimientos más a la lista: Hernando Siles, de Villa Fátima y Domingo Sarmiento, de San Pedro.
Agregó que debido a la intervención realizada en esos colegios se retrasó el cronograma del Plan de Mantenimiento de Unidades Educativas.
“Se demoran los trabajos y se pierde tiempo que podría ser dedicado a otras unidades. A nuestro personal le cuesta desmanchar las paredes de los cursos que tienen restos del desayuno escolar”, afirmó Portillo.
Solís afirmó que los trabajos de mantenimiento a las más de 200 unidades educativas que existen en los macrodistritos de la ciudad comenzaron dos semanas antes de la finalización del año escolar -el 30 de noviembre de 2012- y se prolongarán hasta antes del inicio de clases -el próximo 4 de febrero-, “aunque en algunas escuelas continuaremos el mantenimiento unos días más”.
Colegios patrimoniales
Solís afirmó que realizar mantenimiento en un colegio que opera en un predio patrimonial, generalmente en el centro de La Paz, cuesta un 20% más que hacerlo en una escuela “normal”.
“Por ejemplo, en el liceo Venezuela hacemos una refacción que se tiene que cumplir para salvar el patrimonio y no sólo hacer un mantenimiento regular; tienen que llevar todo lo que es la estética de la época, los materiales son más caros, la forma constructiva y eso hace que el costo sea más alto (que en la infraestructura de un colegio que no es patrimonio)”, afirmó Solís. Añadió que lo mismo ocurre con el Ayacucho y el México, ambos en el centro.
La Alcaldía de La Paz destina dos millones de bolivianos anuales para el mantenimiento de los colegios.
Los mejores conservados
Portillo destacó los establecimientos que fueron preservados debidamente por sus alumnos, como los del ciclo inicial de las escuelas Patiño y Chasquipampa de la zona Sur, el Técnico Uruguay en Cotahuma, Topáter de San Antonio, Ismael Montes del centro y Eloy Álvarez Plata de Max Paredes.
“El mensaje es que cuiden sus colegios porque ahí pasan más tiempo después del hogar. Los profesores y padres deben guiar a los niños”, dijo Portillo.
Más detalles
Trabajo La Alcaldía de La Paz realiza el mantenimiento de las unidades educativas en cinco ítems: garantía en la iluminación de aulas, arreglo de alcantarillas, pilas y baños; pintado de paredes y desmanche de grafitis; cambio de cubiertas y calaminas y, por último, arreglo de bajantes, que según la comuna paceña es el trabajo más complicado debido a la altura de las infraestructuras.
Alcaldía El mantenimiento de los colegios en predios patrimoniales se coordina con la Oficialía Mayor de Culturas del municipio.
Sanción La Alcaldía evalúa sancionar a los alumnos que provocan destrozos en las unidades educativas con la reposición de materiales. Según la Unidad de Mantenimiento, es una medida necesaria.
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