Dentro de las investigaciones realizadas por los técnicos ediles a este fenómeno –de violencia de unos estudiantes sobre otros– se descubrió que, entre otras cosas, el baño se ha convertido en uno de los principales escenarios en los que el acoso se produce, precisamente porque es un espacio al que ni los maestros ni el director ingresan, lo que los convierte en un territorio en el que cualquier cosa puede ocurrir.
Por esta razón, Vilaseca informó que se está diseñando un proyecto piloto a través del cual se reducirían los espacios en los que este fenómeno podría ocurrir dentro de las escuelas, basándose en un diseño arquitectónico especial que evita que los baños sean centros oscuros y cerrados al control de los adultos.
Este diseño se basa en el baño modelo construido en el colegio Marista, en el que por la transparencia de sus paredes y la separación entre los lavados de manos y los inodoros, se vuelve casi imposible que este sea un escenario de abuso de un estudiante sobre otro.
“Nuestra intención es incorporar el plan de construir (este tipo de baños) en todos los colegios fiscales de la ciudad que necesiten refacción o en las nuevas unidades que se están edificando”, dijo.
Lamentó que este diseño no se podrá ejecutar en todas las escuelas de la ciudad “porque sería imposible cambiarlos de la noche a la mañana”.
No es una solución definitiva, pero ayudará a disminuir la práctica del bullyng en algunos espacios de los colegios.
Pizarras y otras medidas
Entre las actividades que la Dirección de Educación realiza en las escuelas de Cochabamba está el cambio de las pizarras de cemento por las acrílicas, que estarán en el 100 por ciento de las aulas a partir de la gestión 2013. “Las pizarras en las que tradicionalmente se trabajaba con tizas eran más baratas, pero menos pedagógicas. Nosotros vamos a dotar a los maestros con los marcadores con recarga y tenemos pendiente la licitación de la tinta, que es un poco complicada, porque no hay producción nacional de este ítem”.
Por otro lado, también se evalúa el color de las aulas en las escuelas del municipio de Cercado, pues se descubrió que hay todo un arcoíris en la ciudad que va desde el blanco hueso hasta el verde viva, que no genera necesariamente un buen ambiente de estudio, como se pudo observar en un kínder de la zona sur en el que los niños estaban sumamente estresados.
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