El viceministro de Educación Regular, Juan José Quiroz informó a La Razón que el periodo de reforzamiento, tanto para unidades educativas fiscales, de convenio y privadas, debe concluir el viernes 30 de noviembre, el mismo día de la clausura del año escolar 2012.
“Muchas de las unidades educativas ya están en la etapa de reforzamiento, que generalmente se va a realizar en las horas establecidas de las diferentes asignaturas y durante dos semanas, es decir, diez días hábiles que deben concluir el último día del mes”, señaló la autoridad.
Precisó que la clausura de la gestión se hará el 30 de noviembre, “muchos colegios van a entregar a partir de ese día las libretas escolares, al igual que los diplomas de bachiller en educación secundaria”.
Quiroz reiteró que los establecimientos fiscales, particulares y de convenio que retengan las libretas por deudas de pensiones u otros conceptos serán sancionados. En el primer caso, con multas del 10% de su ingreso mensual y en el caso de los colegios fiscales con el proceso o destitución del director o directora que avale la medida.
Modalidad. Juan José Quiroz explicó que el periodo de reforzamiento está contemplado para educación inicial, primaria y secundaria, y debe realizarse al concluir cada trimestre. “Permite desarrollar actividades complementarias para reforzar el aprendizaje de los estudiantes, en especial para los que tuvieron problemas durante el trimestre. La actividad termina con una evaluación que les permitirá mejorar sus calificaciones”.
Informó que el estudiante tiene la oportunidad de reprobar en tres materias e ingresar en el periodo de reforzamiento. Pero que de haber reprobado en cuatro o más, éste pierde el año irremediablemente. “Con las recomendaciones que hemos hecho no van a existir muchos reprobados”, dijo.
Aplazos son resultado de desatención
El viceministro de Educación, Juan José Quiroz, señaló que el estudiante reprueba por tres motivos. Por el descuido de los estudiantes, que durante todo el año no cumplen con sus obligaciones; por la desatención de los padres, que no hacen un seguimiento adecuado a los procesos educativos que se desarrollan en el aula; y por la poca información que fluye del maestro hacia los padres de familia. Recomendó periódicas reuniones informativas entre maestros, estudiantes y tutores del menor.
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