Los profesores de la escuela responsabilizan a la junta escolar por el estado de las obras, mientras ésta atribuye a las pugnas internas entre las dirigencias de padres de familia de El Alto el abandono del proyecto. A su vez, la Alcaldía de El Alto dice que los vecinos no priorizaron la construcción dentro de los proyectos para el distrito 8.
Hernán Marca, director del turno de la mañana de la escuela Atipiris, denunció que debido a la dejadez de la junta escolar del establecimiento las obras están paralizadas. “Nuestra junta escolar propone obras, pero no las concluye”, apuntó.
El viernes 20 de agosto un niño de ciclo inicial cayó del primer piso, a unos tres metros de altura, donde estaba jugando esperando que comenzaran las clases. El menor fue llevado al Hospital Boliviano Holandés, donde murió.
Según algunos profesores que prefirieron no identificarse, ciertas obras en la escuela están paralizadas desde hace cuatro años, hecho que atribuyeron a los permanentes cambios en la dirigencia de padres de familia.
Miguel Tola, vicepresidente de la junta escolar de padres de familia de Atipiris, dijo que el año pasado se exigió que la construcción fuera concluida, pero que la solicitud no tuvo eco.
“Nosotros pedimos que se termine la obra, pero nos dijeron que no era relevante y luego nos enteramos que esos fondos fueron usados en otras escuelas del distrito”, lamentó.
Al respecto, Elizer Roca, director de comunicación de la Alcaldía alteña, señaló que son las juntas vecinales las que priorizan los proyectos para sus barrios y supervisan las obras hasta su conclusión.
Ni la dirigencia vecinal de la zona Atipiris ni la Federación de Juntas Vecinales de El Alto quisieron referirse al tema, tras ser consultadas por este medio.
Condiciones precarias
El pabellón inconcluso desde donde el niño se precipitó al suelo, el 20 de agosto, se encuentra en un primer piso y aún no tiene paredes. Pese al riesgo que corren, algunos escolares gustan subir y jugar en el lugar.
Mientras los profesores que intentan impedir que los menores suban a este lugar, fracasan en su cometido. “Son muchos niños y nosotros muy pocos”, se quejó un profesor, quien al sonar el timbre empezó a llevar a los alumnos a sus aulas.
Otra de las obras inconclusas en la escuela es el patio, que desde hace un año está lleno de piedras.
Así es el colegio
Bloques Hay siete bloques en la escuela Atipiris, cuatro son utilizados para aulas, el resto se encuentra inhabilitado por su deterioro o porque su construcción fue abandonada.
Patio Gran parte del patio de la escuela se encuentra inhabilitado por las piedras que lo cubren. “Sólo tenemos la cancha básquet”, comenta un alumno.
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