En algunos casos se presentaron denuncias ante los juzgados de niñez y adolescencia, donde determinó que las víctimas reciban apoyo terapéutico y a los maestros se los suspendió por el plazo de 30 días. “Se les ha amonestado, pero no ha habido una suspensión de sus actividades”, añadió la autoridad.
Para evitar la impunidad, el 1 de agosto se aprobó el Decreto 1302 de Erradicación de la Violencia en las escuelas que castiga el maltrato, el acoso sexual y la violación en contra de los estudiantes con suspensión sin goce de haberes y proceso.
El maltrato psicológico tiene matices que a veces pasan desapercibidos, pero que causan la baja autoeestima de los niños, niñas y adolescentes, bajo rendimiento y hasta la deserción escolar, explica Montaño.
Por ejemplo, la indiferencia del maestro que no toma en cuenta a un niño en sus intervenciones y los insultos como que “eres un burro” u otros calificativos también son formas de violencia psicológica.
Lo principal -insiste Montaño- es romper el silencio en las unidades educativas no solo por los niños que son las víctimas, sino también por los directores y los maestros.
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