Esta situación es la responsable de los problemas nutricionales (desnutrición), obesidad y gástricos de los niños.
“No es que no comen, pueden ser gorditos y muy activos, pero desnutridos porque no ingieren alimentos que necesitan”, precisa la nutricionista Rita Sansusti Vega. Por otro lado, la experta añade que después de una hamburguesa, los niños ya no quieren almorzar y alteran su ritmo alimenticio.
Para resolver este problema, Sansusti propone una dieta basada en frutas, cereales, lácteos y, si el niño no retorna a almorzar una merienda balanceada con verduras.
Además propone que se prohíba la venta de golosinas y comida rápida en la puerta de los colegios, además de la mala nutrición, los niños están expuestos a infecciones.
La alimentación es fundamental para el desarrollo intelectual
elegir
Durante las horas de clases el niño es libre de elegir lo que quiere comer, ya que en las cercanías de la mayoría de escuelas existen kioscos que ofrecen justamente lo indebido y no comida nutritiva de calidad. Los pequeños están obligados a consumir lo que está cerca y lo que aparentemente es más rico.
edad
El cerebro es el órgano que más glucosa consume, aproximadamente un 25 por ciento de nuestra dieta. Los escolares desarrollan una actividad cerebral intensa, por lo que se recomienda que la merienda contenga muchos carbohidratos, pero sin azúcares simples, sino con aquellos carbohidratos con fibra como los cereales que permiten un aporte de glucosa sostenido y continuo. Además, el crecimiento es más intenso durante la edad escolar por lo que todas las meriendas deberían contener un tipo de proteína de alto valor biológico.
útil
La merienda no debe reemplazar al desayuno, comida, ni cena, sino que es en sí misma una comida más para un momento de gran gasto calórico. Nos dice la nutricionista que se deberían cambiar los hábitos del “recreo=dinero” por merienda saludable.
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