Los dos “cursos de verano”, a mediados y a finales del año lectivo, que se habilitarán en colegios a partir de esta gestión serán actividades complementarias al desarrollo del calendario escolar y no tendrán ningún valor curricular para los estudiantes.
“El reforzamiento es parte del desarrollo y evaluación curricular que se realiza en los cuatro bimestres, este proceso es permanente y continuo. Pero los cursos de verano son muy distintos, porque son actividades complementarias que se desarrollarán al margen de este calendario escolar”, explicó ayer el viceministro de Educación Regular, Juan José Quiroz.
Es decir que los “cursos de verano” no tendrán validez para las calificaciones. La Razón publicó ayer que los colegios impartirán dos cursos de reforzamiento desde este año; sin embargo, los términos apropiados son “cursos de verano”, que son manejados como concepto de dichas actividades.
Educación. La autoridad detalló que estos cursos complementarios pueden ser aprovechados por el alumnado y padres de familia de dos maneras: para nivelar o mejorar el aprendizaje de estudiantes en Matemáticas, Física, Química, Lenguaje y otras materias similares; o bien para actividades de recreación, como clases de teatro, canto y baile, por ejemplo.
“La dirección del establecimiento y de la distrital, y los padres de familia serán los que decidan qué clases se darán de acuerdo con las necesidades de la unidad educativa. Los cursos serán desarrollados en el mismo colegio”, mencionó.
Recordó que durante el descanso pedagógico (junio) y las vacaciones (diciembre y enero), los progenitores generalmente envían a sus hijos a academias e institutos privados, pero con las actividades mencionadas se tendrá otra opción y de forma gratuita.
Los dos “cursos de verano” están establecidos en la quinta disposición transitoria de la Resolución Ministerial 001/2016, norma que regirá el año escolar. La duración de las actividades aún no fue definida, pero Quiroz adelantó que se pedirá tomar en cuenta el tiempo del descanso pedagógico a media gestión (dos semanas), y más días para la vacación de fin de año (dos meses).
Los “cursos de verano” serán dictados por maestros, pero de forma voluntaria. La autoridad aclaró que si bien estas clases no tendrán validez para la calificación del alumnado, sí habrá beneficio para los profesores que participen. “El trabajo del educador sí será reconocido con una certificación con valor curricular, que le servirá para sumar méritos para el escalafón”.
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