Los niños y adolescentes de este milenio no necesitan de la educación clásica, con conocimiento memorístico ni compartimental, sino una holística e integral, en la que ya no se vean las cosas por materias. Lo ideal sería abordar la realidad mediante proyectos con el desarrollo de la innovación y la creatividad.
A esta conclusión llegaron los profesionales de las Escuelas Libres de Investigación Científica para Niños CELIC, así como los disertantes que participaron en el 8° Congreso Mundial para el Talento de la Niñez realizado en pasados días en Sucre.
El objetivo del Congreso fue dar una nueva visión de la educación para los niños a través de los adultos, generar un cambio de acuerdo con la nueva mentalidad de los niños y mostrar la importancia de trabajar con el talento. “Detectar las cualidades y capacidades que tienen los pequeños para que los enfoquen en ayudar a los demás”, explica el arquitecto colombiano Edwin Rodríguez Paz, miembro del Comité Organizador del 8° Congreso Mundial para el Talento de la Niñez.
Al igual que en otras áreas, la educación también se debe adecuar al tiempo presente. Rodríguez dice que como acaba de terminar la época de la industrialización (que fue un importante aporte a la humanidad, pero insuficiente), ya no basta la memoria: también se debe desarrollar la innovación y la creatividad.
Por tanto, lo óptimo sería cambiar el currículo educativo en todos los países. Finlandia es el mejor ejemplo en esta materia; Bolivia, por su parte, experimenta un cambio con gran esfuerzo, pues, a criterio del profesional extranjero, no se puede continuar con el modelo clásico que generó algunos problemas como la deserción escolar, el aburrimiento en las clases y el poco cuidado en los estudios.
Según Rodríguez, ese cambio —en el que se une la ciencia con el arte— genera una interesante motivación en los niños por asistir a clases.
Él aconseja seguir una visión de futuro creada a partir del momento presente; contar con un método innovador y de avanzada y, a la vez, conservar, recuperar y apropiarse de nuevo del léxico y la sabiduría de las antiguas culturas, solo que adaptándolas a la mentalidad de los tiempos actuales.
Concretamente, se refiere al rescate de los valores y tesoros que trascendieron de la cultura aymara, quechua y la inca “aquí en Sudamérica, donde es el centro actual del saber, donde las personas están anhelando un conocimiento con aplicación práctica, que se vivencie y no que haya una diferenciación entre lo que se conoce y lo que se practica”.
El niño del nuevo milenio
“El niño actual es muy diferente al de hace 20 o 15 años atrás. Hay que estar dispuesto a dialogar con él, a responder muchas de sus preguntas, fomentar su inquietud, investigación y creatividad, pues es un niño que reclama un aprendizaje lúdico, sin castigos, reprobación o amenaza”, complementa Rodríguez.
Habla de una educación basada en la comprensión. Para dialogar con ese niño hay que ponerse a su nivel, seguir su sensibilidad, emociones, inquietudes, sin olvidar de reforzar su capacidad intelectual, con el fin de crear una persona socialmente sana, que esté dispuesta a aportar sus capacidades y trabajar en función a los demás.
Muchas instituciones trabajan con ese fin y se unen a la propuesta de las Escuelas Libres de Investigación Científica para Niños CELIC, de rescatar el anhelo de la humanidad para encarar un cambio urgente en la educación, que debe empezar en cada persona, en la casa, en la familia, en la calle, en las escuelas y en las universidades, porque la educación es una tarea que compete a todos.
Sistema finlandés
La directora del Programa Educativo de Helsinki, Finlandia, Marjo Kyllonen, tiene 55 años de edad y un doctorado en Educación. Ella disertó en el 8° Congreso Mundial para el Talento de la Niñez, sobre el sistema educativo en su país. En una entrevista que concedió a ECOS sobre los cambios en la educación que acontecen en su país, sirvió como traductora Elizabeth Serrano, psicóloga residente en los Estados Unidos y miembro de la Fundación ELIC.
Finlandia es un país miembro de la Unión Europea desde 1995, se sitúa en el noreste de Europa, limita al oeste con Suecia, al este con Rusia y al norte con Noruega. Hasta 2013, su población superaba los cinco millones de personas. Como es sabido, tiene una economía altamente industrializada.
Antes de la aplicación de un nuevo sistema educativo, los profesores eran los activos en tanto que los niños solo se sentaban a escuchar. Pero ahora pasa al revés: los niños aprenden activamente y los maestros solo los guían para que aprendan.
Otro cambio profundo que se ha experimentado en Finlandia es el de la enseñanza holística, ya no por áreas separadas o individuales. El proceso continúa desarrollándose: se empezó con pequeños experimentos y luego se observaron los avances y dónde tiene que haber mejoras. También se reestructuraron los grupos de liderazgo en las escuelas, que ahora están integrados por padres de familia, maestros, administrativos y estudiantes. Entre todos eligen a los profesores y manejan la economía de la escuela. “Es una educación comunitaria, todas las escuelas son así”, explica Kyllonen.
Considera que la participación de los ciudadanos es muy valiosa en esta nueva forma de educación. “Para tener éxito en el futuro se tiene que incluir a toda la ciudadanía dándole poder de decisión, no hay otra forma de hacerlo”.
Mundo desarrollado
El sistema educativo finlandés está reconocido como un modelo de referencia dentro del mundo desarrollado. Los resultados obtenidos periódicamente en el Informe PISA (Programa Internacional para la Evaluación de Estudiantes), así como el elevado índice de educación dentro del Índice de Desarrollo Humano (IDH), respaldan al modelo igualitario y gratuito de educación en Finlandia.
“El nivel de criminalidad es muy bajo respecto a otros países, por eso es importante que por medio de la educación se ayude a unir a la gente porque cuando está separada y no está unida ocurre la violencia y el crimen. Invertir en la educación pública es la clave para el futuro de una nación”, finaliza Kyllonen.
El Congreso Mundial para el Talento de la Niñez se realiza cada dos años en diferentes países. Según Rodríguez, se escogió a Bolivia como sede del Congreso porque es un país que está floreciendo, anhelando el conocimiento y el saber, la educación y la cultura.
CELIC está presente en 18 países, pero en el Congreso participaron más de 20, especialmente de Europa, toda América y el Caribe. Asistieron 1.200 personas.
La sede de CELIC queda en Caracas. El doctor Juan Ferriz Olivares y la contadora peruana María Nilda Cerf la fundaron en 1977.
En Finlandia, antes de la aplicación de un nuevo sistema educativo, los profesores eran los activos en tanto que los niños solo se sentaban a escuchar. Pero ahora pasa al revés: los niños aprenden activamente y los maestros solo los guían para que aprendan.
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