La norma, aprobada en 10 de diciembre de 2010, establece en el capítulo uno que el sistema educativo se fundamenta en una educación abierta, humanista, científica, técnica y tecnológica, productiva, territorial, teórica y práctica, liberadora y revolucionaria, crítica y solidaria.
Según el director interino de la Dirección Departamental de Educación (DDE), Faustino Alejo, las principales causas que demoran la formación técnica de los bachilleres es la falta de infraestructura, equipamiento y la ausencia de una reglamentación.
Reconoció que se trata de un tema complejo de resolver porque la mayoría de los establecimientos, ya sea fiscales o de convenio, no cuenta con ningún tipo de taller.
Mencionó que desde el Ministerio de Educación, se estudia la posibilidad de implementar módulos tecnológicos en sitios estratégicos para ser usados por todas las unidades educativas de la zona, pero hasta la fecha no se ha concretado nada.
Aclaró que debe existir coordinación con las alcaldías porque son las entidades responsables de la construcción de colegios y su equipamiento.
Actualmente, hay unidades educativas fiscales y de convenio con importante trayectoria en la formación técnica como el Guindalina Loayza, el Don Bosco y el Abaroa.
Los establecimientos aguardan la elaboración y aprobación de la reglamentación para que sus alumnos puedan obtener el diploma de técnico - humanístico.
Se debe establecer, por ejemplo, carga horaria destinada a la capacitación. Por consiguiente, el Ministerio de Educación debe garantizar nuevos ítems para los profesores que dicten las materias técnicas como carpintería, corte y confección, entre muchas otras.
La aplicación de la norma es gradual, concluyó Alejo.
Se debe cambiar el viejo concepto de educación técnica
Violeta Costas
Pedagoga
Es importante cambiar el concepto tradicional de educación técnica relacionado con la capacitación de mano de obra calificada como la carpintería, cerrajería, electricidad, entre otros rubros.
Ahora, debe quedar claro que lo productivo contempla todos los ámbitos profesionales.
Entonces, es indispensable identificar la capacidad y el interés de los estudiantes para implementar aquellas carreras acorde a sus necesidades y expectativas.
Por ejemplo, informática, manejo de redes, comunicación, marketing entre otras nuevas opciones.
De otra manera, existe el peligro de retroceder en el avance del sistema educativo.
Considero que la implementación del bachillerato técnico es un avance en la formación de los estudiantes y también debe servirles como una base para sus futuras carreras profesionales.
Por lo tanto, es indispensable un proceso de orientación vocacional, donde los estudiantes puedan identificar sus potencialidades.
Demandará un trabajo próximo de parte de los profesores para lograr los objetivos de mejorar la calidad educativa de los bachilleres.
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