Tomaste el cuaderno de tu hijo y ¡horror! no estás segura de si él ha escrito algo de un códice muy antiguo, si ha borroneado sus apuntes o si sucede lo que más temes: tiene mala letra. La buena noticia es que la caligrafía no es tan importante para el aprendizaje, aunque sí es capital que lo que él escriba sea legible. Eso sí: no ayuda que le hagas sentir mal o frustrado por sus escritos.
El psicólogo y especialista en grafología Guery Zabala Gumucio señala que “lo principal que caracteriza a una escritura adecuada es la legibilidad. Este término se traduce en linealidad, claridad, limpieza y corrección en los trazos”.
A partir de los 8 o 10 años debemos ayudar al pequeño para que su letra sea legible y desde los 12 hay que hacer que ésta no solo se entienda, sino que sea individual. Muchas veces, los papás se ocupan de que sus hijos tengan un trazo redondeado y claro, sin darles opción a desarrollar su propia forma de escribir.
Si tras los primeros años de primaria no se logra una caligrafía al menos correcta y regular, es recomendable reeducar al niño para evitar problemas posteriores, como la disortografía (la dificultad significativa para asociar el código escrito con las normas ortográficas y la escritura de las palabras).
Zabala recalca que a partir de los 15 o 16 años se desarrolla la individualidad, ésta otorga beneficios como el pensamiento objetivo y define la toma de decisiones asertivas.
Por otro lado, Eyleen Muñoz, experta en problemas de aprendizaje, explica que la caligrafía refleja el control motor que tienen los chicos de todo su cuerpo: los que tienen buena letra por lo general controlan mejor su postura y su equilibrio. Esto además tiene repercusiones: si un sujeto tiene un buen manejo de su cuerpo, pondrá también mayor atención en las clases y tendrá muchas más posibilidades de tener mejor aprendizaje. Sin embargo, recalca que un niño con mala letra no es sinónimo de un mal alumno.
La colocación adecuada del papel sobre el que se va a escribir también influye y ésta difiere si el alumno es diestro o zurdo. Quienes escriben con la mano derecha, por ejemplo, deben inclinar ligeramente el papel hacia la izquierda y los zurdos, hacia la derecha.Sujetar el lápiz
Para tener una buena letra, se debe coger el lápiz entre los dedos pulgar y medio y, a modo de pinza, se coloca el dedo índice.
Postura al sentarse
Para escribir correctamente, los codos deben permanecer sobre la mesa y ambos pies deben estar apoyados en el suelo.
Colocar el papel
El referente para colocar el papel para escribir de forma adecuada es la diagonal que forma el tablero de la mesa.
Fuente: Guery Zabala Gumucio, psicólogo y grafólogo, Eyleen Muñoz fonoaudióloga y experta en problemas de aprendizaje.
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