En el casco urbano central de La Paz hay al menos tres negocios que ofrecen el servicio de depósito de mochilas, en general a turistas que buscan alojamiento, pero estos negocios también son aprovechados por estudiantes que faltan a clases y temen ser descubiertos en las calles.
La propietaria de uno de los locales donde se ofrece ese servicio, Rosa Guerrero, señala que los escolares que dejan sus mochilas pagan hasta cinco bolivianos por hora, cuando la tarifa suele ser menor para los turistas.
"La tarifa es de dos bolivianos por hora, normalmente, pero los chicos pagan más porque nadie quiere cuidarles sus mochilas, al menos desde que la Alcaldía está vigilando que no falten a sus colegios”, dijo Guerrero. Cuando se la abordó, su negocio estaba cerrado, de manera que no se pudo ver si en ese momento guardaba alguna prenda escolar.
Casi todos los lugares donde los escolares dejan sus útiles por una pequeña tarifa son tiendas y almacenes cercanos a sus colegios. Además del local de Guerrero, hay otros que también ofrecen el servicio de depósito de mochilas, desde hace meses, pero fue recientemente que los escolares se convirtieron en usuarios.
Plan Ch’achón
La tendera señala que la Alcaldía realiza controles en busca de escolares en cafés internet y otros establecimientos, en el marco del Plan Ch’achón. Una mochila puede delatarlos, por lo que buscan dónde dejarlas.
Ese plan rige desde este mes y tiene el fin de aplicar un mejor y mayor control sobre los estudiantes que acuden a los puntos de internet y a "tilines”, donde se concentran por horas a costa de faltar a sus colegios.
Página Siete determinó que un grupo de jóvenes dejó sus útiles en una tienda y, tras recogerlos, se apresuró a ponerse sus uniformes y a correr hacia sus compañeros, para enterarse de las tareas y chismes del colegio.
"No lo hacemos todo el tiempo, vamos a clases casi todos los días, pero a veces uno prefiere jugar toda la mañana”, señala Edgar P., uno de los escolares.
Añade que hace dos semanas los guardias municipales "pescaron” a un estudiante bajando pornografía en un internet, lo trajeron al colegio, llamaron a sus padres y desde entonces otros estudiantes toman "recaudos”.
Antes, comenta Edgar, sólo dejaba su mochila si se iba a alejar demasiado del colegio o si su aventura significaría algún esfuerzo físico, "ahora las cosas se han vuelto peligrosas”, añade.
Los faltones
Controles De acuerdo con el estudiante Édgar P., un escolar de quinto o sexto de secundaria, sin mochila, puede pasar por universitario.
Locales Las casas donde los escolares dejan sus mochilas se encuentran en las calles Colón, Loayza, Socabaya, Junín, Bolívar y Yanacocha.
Intendencia En pasadas semanas la Intendencia Municipal clausuró temporalmente 17 salas de internet y tilines en Villa Fátima al encontrar a escolares en horario de clases.
Estrategia Es una manera de evadir a los funcionarios ediles, que ingresan a las salas de internet y se fijan en los uniformes y mochilas de los presentes. La norma indica que no se puede admitir a estudiantes en horario de clases.
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