Los maestros sordos de esta nueva generación -que se graduará en unos días- mencionaron que durante su aprendizaje del lenguaje de señas, observaron que la enseñanza carece de un método didáctico que incluya el uso de ilustraciones.
Jerson Alconz es uno de estos maestros. Estudió por tres años en la Escuela Superior de Formación de Docentes de Riberalta y recientemente obtuvo su título de profesor polivalente. "Al enseñar, lo primero que uno debe manejar con claridad son las señas. Preguntar a los alumnos si están entendiéndolas. Si no es así, volver a explicar hasta que logren entender”, dijo.
El flamante maestro resaltó su condición de sordo, pues de esta forma, asegura, genera confianza en los estudiantes. "Siempre les digo que no tengan vergüenza, y que usen su cuerpo para comunicarse”, señaló.
Durante su formación escolar ingresó al instituto Erik Bulter en La Paz. "No entendía a los profesores. No aprendí mucho, sentía rabia porque veía cómo los oyentes se desarrollaban rápido y yo no. Había muy pocos ejemplos y casi no utilizaban señas para mi enseñanza”, cuenta.
Por ello, tenía la intención de que al titularse de maestro ingresaría al mismo instituto "para cambiar las cosas”, dijo. Sin embargo, ingresó a la Escuela para Niños y Adolescentes Sordos Huáscar Cajías de La Paz, donde imparte clases usando lenguaje de señas. Él nota que poco se ha avanzado desde que era niño.
"En la escuela hay dos profesores que manejan bien las señas. Después, muchos antiguos tienen un nivel muy básico y así explican a los estudiantes. Yo trato de ayudarles y corregirles pero lo toman de mala manera y se molestan”, aseveró. Alconz opina que "si uno va a ser profesor, debes ser experto en relacionarte con los jóvenes”.
Otro caso similar es el de Olga Salamanca, quien se prepara en la Normal de La Paz para ser profesora de educación física. "Se necesita que las personas sordas que están estudiando en las escuelas tengan un intérprete. Nosotros podemos aprender lo mismo que los oyentes, pero necesitamos ciertas condiciones”, afirma.
A sus padres les costó mucho conseguir un centro donde hubiera una educación inclusiva. En el proceso, Salamanca se sentía discriminada y no logró aprender el lenguaje de señas hasta los 12 años. Fue entonces cuando decidió enseñar a niños sordos.
Se inicia la semana mundial del sordo
Este lunes empezará la semana mundial de las personas con discapacidad auditiva, que se implementó en 1958 por la Federación Mundial de Personas Sordas.
En Bolivia, el evento busca "sensibilizar sobre la situación, expectativas y proyección que tienen las personas sordas”, explicó a Página Siete el viceministro de Educación Alternativa y Especial, Noel Aguirre.
La autoridad adelantó que en el acto central, que se celebrará el martes en el viceministerio, hará una evaluación de los avances con el sector de los sordos y también se fijarán compromisos a futuro.
Explotó su personalidad extrovertida e inquieta para estudiar y trabajar. "En el supermercado Ketal, donde trabajaba, tenía problemas para comunicarme con los oyentes, era la única sorda. El jefe veía que mi trabajo era bueno y me ponía de ejemplo, por mi velocidad. Luego me dio más responsabilidades”, dice.
En la Normal, ella y sus cinco compañeros sordos son agentes de cambio. Enseñan a los profesores oyentes el lenguaje de señas. "Están aprendiendo a manejar su cuerpo para comunicarse. Nos preguntan cómo son las señas y nos estamos adaptando muy bien entre ellos”, cuenta.
Olga y sus compañeros serán los primeros profesores sordos de La Paz en la especialidad de deportes de la Normal.
"En La Paz conocen de la identidad del oyente, pero no conocen de la identidad del sordo. En algunos lugares siguen enseñando igual. No miran lo que necesitan los estudiantes”, reclama Alconz. Éste, con Salamanca y otros 700 docentes con discapacidad se han comprometido a mejorar la enseñanza para los niños con discapacidad auditiva.
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