Antes del 14 de enero, fecha programada para el inicio de las inscripciones, ya se observaban las filas de padres de familia y tutores que buscaban una plaza para sus hijos, principalmente, en el nivel inicial y primario. En oportunidades anteriores, las autoridades del Ministerio de Educación advirtieron a la ciudadanía no asumir esta actitud, para evitar de esta manera, desorden e irregularidades en las unidades educativas, públicas y privadas.
En el colegio Simona Manzaneda se registraron denuncias respecto a supuestos cobros irregulares. Según una madre de familia, que prefirió no revelar su identidad, se cobran hasta Bs 300, bajo el argumento de que el colegio tiene que pagar “una comisión especial” a los profesores de música y educación física.
En ese marco, el viceministro de Educación Alternativa, Noel Aguirre, advirtió que cualquier Director de una unidad educativa pública que sea sorprendido realizando cobros ilegales para la inscripción de estudiantes será “procesado”.
Por otro lado, pese a que el ministro de Educación, Roberto Aguilar, reiteró ayer que no debería existir la necesidad de realizar filas, ya que ningún padre de familia debería “gozar de algún privilegio”, cientos de personas se sumaron a quienes ya se encontraban esperando en las puertas de las diferentes unidades.
En algunos colegios, el panorama parece mejor, ya que los padres y madres se organizaron de tal manera que no perdieron su lugar en las filas y gracias a un sistema de distribución continua de fichas, se respetó el orden de llegada de quienes esperaban inscribir a sus hijos.
“Nos dijeron que el día dos (de enero) no tenía que haber filas, hicimos una lista para hacer fila el día viernes. Pero el jueves había una fila más larga, y ya había dos listas para el kínder. Pero la organización y el respeto de las listas nos ayudan a que no exista desorden”, manifestó un padre de familia.
Por otro lado, cientos de padres se vieron obligados a esperar día y noche en las puertas de los colegios, soportando muchas veces el intenso frío. Armaron carpas improvisadas, con plásticos y bolsas de nylon para protegerse de la lluvia.
“Hemos dormido durante cuatro noches y cuatro días, hemos tenido que turnarnos, mi esposo se quedaba en la noche y yo venía durante todo el día, para que sea algo seguro, estamos bien organizados”, comentaba Justina Huanca, una madre de familia que esperaba inscribir a sus dos hijos en el colegio. También se repartieron varias fichas durante varios días en el colegio Delia Gambarte de la zona de Pampahasi.
Sin embargo, en otras unidades educativas, algunas personas denunciaron que hubo quienes se valieron de diversos “trucos” para vender lugares, enviando a sus hijos, hermanos o amigos para “hacer fila”, lo que ocasionó un desorden tal, porque los padres de familia que permanecieron en la puerta del colegio por varios días desconocieron a quienes abruptamente pretendían ingresar en la fila.
En Oruro, las inscripciones iniciarán apenas el miércoles, debido al incremento en las pensiones en los colegios particulares del 5.8%, determinado del acuerdo entre el Ministerio de Educación y la Asociación de Colegios Particulares (Andecop).
Por otro lado, en Sucre también se registró una situación similar, aunque la organización de los directores y padres de familia dio lugar a un sistema de recibimiento por orden de llegada, de 50 personas por día. Una comisión del Servicio Departamental de Educación (Seduca) hizo el seguimiento correspondiente para evitar los conflictos entre padres y cobros irregulares para la inscripción.
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