Cada una de las presentaciones demostró el trabajo de semanas, fuera de horas de clase, para definir que danza presentar, la música, los trajes, la coreografía y también, por no dejar de expresarlo, escoger a quienes representarán el colegio en un concurso entre todos las Unidades Educativas de La Paz y El Alto.
Los primeros en subir al escenario de la “Cato” fueron los coros infantiles, que bajo la dirección de sus Directores, mostraron su mejor repertorio, la mejor presentación en uniformes y cierta coreografía y, en algún caso, a sus solistas.
El primer lugar lo obtuvo el Colegio Educación Adventista bajo la dirección de Waldo Sarzuri Mariño, el Segundo lugar fue para la U.E. Americano de Obrajes dirigido por Dhanai Perales y el tercer lugar la Unidad Educativa María Auxiliadora bajo la batuta de Eyber Aruquipa Álvarez.
El nivel de coros juveniles fue un espectáculo aparte. Se presentó un coro juvenil con 85 estudiantes. Todos con uniformes, capas de colores para impactar a la audiencia. Los resultados fueron difíciles de concretar por el jurado. El primer lugar fue para el colegio Inglés Católico dirigido por Jacobo Choque, el segundo lugar fue para la Unidad Educativa Americano – Obrajes bajo la batuta de Dhanai Perales y el Colegio Don Bosco Fiscal logró el tercer lugar.
DANZA FOLCLÓRICA
Una de las expresiones más populares en La Paz son las danzas folclóricas que tienen expresiones masivas ya reconocidas como la Entrada del Gran Poder o las Entradas Universitarias, que incluyen a cientos de bailarines con diversas expresiones, trajes, bandas y sobre todo tradiciones culturales.
Por estas razones, la competencia intercolegial de danza folclórica tiene sus componentes de resaltar. Por ejemplo, el número de bailarines, cerca de 400, los trajes y sus colores y bordados, la coreografía, la música, el entusiasmo en su ejecución y también la selección de la representatividad cultural, como Caporales, Thikus, Khantus y Jupha por ejemplo, además de la Chacarera.
Cerca de 950 bailarines y los integrantes de los coros juvenil e infantil, participaron en es esta fiesta de color, alegría, música y juventud, sin contar a los estudiantes que formaron las barras para apoyar a sus colegios y los padres de familia que no faltan en las manifestaciones escolares para apoyar a sus hijos e hijas en sus participaciones públicas.
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