Hace tres años, Corina Choque cuida y educa a ocho niños, cuyas edades fluctúan entre los seis y 12 años, quienes estudian en cuatro cursos diferentes de la escuela de Kellcata, en el municipio de Curahuara de Carangas en Oruro.
Esta unidad educativa se halla junto a la carretera internacional que une Patacamaya con Tambo Quemado y cuenta con un solo ambiente, donde los ocho estudiantes pasan clases entre las 09.00 y las 16.00.
La docente explicó que de los ocho menores, tres están en primero; dos en segundo; dos en quinto y uno en sexto de primaria. “Sólo tenemos esos cuatro cursos, que están en una sola aula”.
La única docente del colegio, Corina, debe dictar ocho materias: matemáticas, religión, ética y moral, lenguaje, ciencias sociales, ciencias naturales y educación física.
Además, capacita a sus alumnos en agricultura. Es así que hace dos años, instalaron una carpa solar en la que los colegiales cultivan hortalizas.
Sin embargo, la iniciativa se vio truncada por la falta de agua en la región. “Tenemos espinacas, lechugas, acelgas y tomates, pero sin agua nuestra producción está por secarse”.
Asimismo, la maestra señaló que la escuela no cuenta con letrinas, ya que el único sanitario que hay en el lugar está en el abandono, las paredes en mal estado por las lluvias y el techo de paja brava está envejecido. “Este año no nos llegó el material de apoyo que otorga el municipio a la escuelas, por tanto carecemos de tizas y las pizarras están en mal estado”.
El colegio. Al ingresar al aula, lo primero que uno observa son cepillos y cremas dentales, toallas y jaboncillos, colgados en una de las paredes. Y es que, Corina promueve el aseo personal en cada niño y los alienta a seguir un régimen higiénico cada día. “Ellos saben a qué hora deben cepillarse los dientes, al igual que lavarse las manos”.
Los padres de familia habilitaron un pequeño dormitorio para la maestra, en el mismo colegio. Igualmente tiene una cocina, en la que cada mañana Corina, junto a los alumnos, preparan el almuerzo y la merienda con los productos de la carpa solar, algunas veces los progenitores llevan los alimentos.
“Llegar a la escuela y ver una carita de una personita tan pura e inocente es algo verdaderamente increíble, es también increíble cómo pueden llenarme el alma con sus cosas, sus peleas, llantos, risas, conversaciones y juegos”.
La escuela de kellcata requiere de tizas, pizarras, agua Y baños. este año, la alcaldía de oruro no hizo llegar los materiales de apoyo para la educación escolar.
“Lo que más me gusta del colegio es la cancha porque practicamos fútbol, básquet y hacemos ejercicios. Me gusta correr. Ojalá que nos doten de más pelotas eso nos falta”.
Ismael Huanca / ESTUDIANTE
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