El presidente de la junta escolar, Carlos Quispe, señaló que las autoridades de la Dirección Municipal de Educación se comprometieron a gestionar fondos para la construcción de cursos y mejoramiento de la infraestructura, pero los proyectos aún no fueron incluidos en la programación presupuestaria.
Quispe reclamó que más de 50 estudiantes se cambiaron de establecimiento porque “ven que no tenemos prácticamente nada”, y el mobiliario existente fue traído por los padres de familia.
Muchos de los niños ni siquiera tienen una silla donde sentarse y apelan a llantas viejas, mientras el profesor hace esfuerzos para explicar la materia pese al fuerte sol de la mañana.
En la unidad educativa Atipiris, de la zona de igual nombre, la preocupación de los papás son los baños, que fueron habilitados con lo que había a la mano, al extremo de que las puertas son calaminas.
El director municipal de Educación, Marco Vera, aseguró que las obras para ambas unidades educativas serán programadas para su ejecución de acuerdo con un plan de trabajo, pero no precisó fechas.
La concejal del Movimiento Al Socialismo (MAS) Nancy Mamani dijo que solicitará a esa repartición que realice inmediatamente los trabajos necesarios en ambos establecimientos.
“Si no ejecutan las obras pediremos un informe oral y que el Director de Educación explique ante los padres de familia por qué no cumplió su promesa”, dijo.
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