9.2.17

Útiles escolares, lo barato cuesta caro

En vísperas del inicio de labores escolares, el bolsillo familiar se estremece no sólo con el pago de pensiones, sino también con los gastos que implica la extensa lista de útiles escolares y el desafío que supone sopesar buen precio y riesgo mínimo.

Los padres de familia no sólo deben lidiar con las tendencias de “moda”, que suelen representar un costo adicional en la adquisición de productos que apuestan más por la “apariencia” que por la utilidad, sino también con la calidad dudosa de algunos útiles e incluso el potencial peligro que representan por las características de su fabricación.

En la mayoría de los establecimientos educativos, las listas incluyen sugerencias de marcas seguras, aunque ciertamente más caras, e incluso advierten sobre lo dañino que puede resultar comprar algunos productos como pegamentos, tintas y siliconas, en el comercio ambulante, pues no existe una mínima garantía de la calidad de los mismos, no sólo desde el punto de vista de la durabilidad, sino de su inocuidad.

Existen antecedentes sobre accidentes e incluso muertes ocasionados por siliconas tóxicas en el pasado. El más conocido se remonta a 2013, en una escuela de Chillan, Chile, donde un niño de primaria perdió la vida tras ingerir silicona por una apuesta con sus compañeros.

“Nosotros debemos velar por la economía de los padres de familia, pero también por la seguridad de los niños. Por eso utilizamos pegamentos o siliconas, que no entrañan ningún riesgo”, afirma Tatiana Araníbar, gerente Propietaria de la guadería CEAMI de La Paz.

Aránibar dice que los responsables de efectuar la compra de materiales para su institución, lo hacen en establecimientos formales y se fijan en la información de las etiquetas.

“En pinturas, por ejemplo, nosotros optamos por las de importación, con garantía de inocuidad, y en pegamentos y siliconas nos inclinamos por las de la marca UHU, particularmente las de barra”, añade.

La educadora recomienda que, incluso cuando se utilizan materiales inocuos, lo correcto es que tanto las profesoras como los padres de familia vigilen el trabajo de sus hijos tanto en las aulas como en el hogar.

En el mercado existe una oferta diversa de siliconas líquidas, pero no en todos los casos la seguridad está garantizada. Un rápido vistazo en puestos de venta de útiles escolares en diferentes puntos de la ciudad, permite observar que existen muchas siliconas de origen chino, la mayoría ingresadas de contrabando, que ni siquiera tienen adherida una etiqueta con información sobre su contenido.

“Mi recomendación es siempre que se lleven lo que está garantizado”, señala el dependiente de una prestigiosa librería de la ciudad de La Paz, quien no vacila en sugerir marcas de pegamentos o siliconas que “no contiene tóxicos y puede ser manipulada por los niños sin ningún problema”.

Señala que en general los padres de familia se detienen a leer la información en las etiquetas de los productos, para verificar que no sean dañinos. “Muchos saben cuál es la marca que no representa ningún peligro y la eligen de inmediato, tal vez porque tienen referencias de algún accidente o problema previo”.

En pegamentos, un producto que genera siempre algo de desconfianza, la entrevistada afirma que los consumidores se inclinan por la marca UHU , en barra, y en menor medida por las siliconas líquidas, una novedad de la misma línea, que ha comenzado a abrirse espacio en el mercado.

Al respecto, Mireya Lema, coordinadora de Marketing de Scriba, empresa especializada en la comercialización de material escolar inocuo, revela que la fábrica de UHU, en Alemania, ha desarrollado pegamentos compuestos en gran proporción por sustancias naturales y no tóxicas. “Son 100 años de experiencia y trabajo en laboratorio bajo cánones de calidad europea, los que llevan a resultados confiables”, dice, y recomienda a los padres verificar en las etiquetas de los pegamentos que manipularán sus hijos que carezcan de sustancias tóxicas como el metanol, etanol o la acetona”.

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