Una madre de familia denunció que el colegio Ciudad Blanca sigue funcionado sin contar con un recinto propio, incomodando a los estudiantes, “Improvisan aulas en una vivienda particular, los estudiantes están expuestos a sufrir una caída en cualquier momento en las gradas, pese a que se paga por la educación que reciben”, protestó.
En este tema, el director del establecimiento educativo, Rubén Illanes, un tanto sorprendido por la visita de CORREO DEL SUR, reconoció que hasta hace dos años la unidad educativa sí funcionaba en ambientes poco apropiados, aclarando que las condiciones mejoraron mucho.
Se constató que ahora tienen un ambiente más amplio y con un patio techado, donde los alumnos pasan clases en aulas apropiadas para el número de educandos que hay en cada una, con baños separados y cómodos para ambos géneros. Illanes aseguró que dieron los primeros pasos para comprar el inmueble.
Ciudad Blanca tiene 11 años de antigüedad, el plantel docente y administrativo está conformado por 22 profesionales, tiene 60 niños en nivel inicial, 73 en primaria y el mismo número en secundaria. “La educación que aquí se imparte es semipersonalizada, hay entre 12 y 15 alumnos por aula”, explicó.
Al referirse a este caso el subdirector de Educación Regular, Juvencio Alí, explicó que los colegios particulares tienen la obligación de brindar condiciones óptimas a los estudiantes. Velar porque se respete esa exigencia es una competencia de la Dirección Distrital de Educación.
Los directores de los colegios que no estén cumpliendo con la norma de funcionamiento, pueden ser objeto de un proceso y sanciones, anunció.
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