Padres de familia, que durmieron en puertas de diferentes establecimientos educativos para inscribir a sus hijos en niveles iniciales, amenazaron con bloquear la ciudad si no consiguen un espacio.
Alrededor de las 7:00 de la mañana de ayer, los padres de familia empezaron a hacer filas en puertas de dos establecimientos educativos, Juan Crisóstomo Carrillo y el kínder Cochabamba.
En el caso de la primera unidad educativa, los padres de familia organizaron los nombres de sus hijos en listas, desde hace un año y medio.
La elaboración del listado inició exactamente en noviembre de 2014, precisó una madre de familia, Martha Vargas, que desde entonces acude cada lunes a decir “presente” al llamado de lista.
Una semana antes de que inicien las inscripciones, se optó por llamar lista dos veces al día, en la mañana y en la noche.
Pero desde ayer radicalizaron su medida de control, pasando lista cada dos horas. “El que no dice presente, se va a la cola”, amenazó una madre de familia que está cargo del registro de la unidad educativa Crisóstomo Carrillo, Jhandira Cabrera.
Pese a que en esa unidad educativa y el kínder Cochabamba hay comunicados que recomiendan no hacer fila y solo presentar el certificado de nacimiento del estudiante y una factura de luz para someterse a un sorteo, todos decidieron dormir ahí. Cabrera dijo que si no les dan los cupos suficientes, bloquearán la ciudad.
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