CONTRADICCIÓN
La Dirección Departamental de Educación aseguró que se está disminuyendo los casos de incompatibilidad, pero la Federación de Maestros Urbanos de Chuquisaca manifestó que la situación empeora.
Un profesor de técnica vocacional dictando matemáticas en cursos de secundaria, otro de artes plásticas dando clases de física o química. Una profesora de literatura enseñando a alumnos de primaria. A esto se llama impertinencia académica, algo que en las unidades educativas del departamento crece, aunque en la Dirección Departamental de Educación se aseguró que este año se logró eliminar algunos casos. Sin embargo, desde la Federación de Trabajadores en Educación Urbana se manifestó que los casos cada vez están en aumento.
Con más o casos menos, ambas partes admitieron que el más perjudicado con la impertinencia académica es el estudiante.
La directora Departamental de Educación de Chuquisaca, Carmen Vargas, explicó que cuando asumió la dirección Departamental (abril de 2014) encontró que la administración educativa “estaba muy mal”.
Dijo que se contrataron maestros sin pertinencia académica, por ejemplo, había materias de matemáticas, física y química que estaban siendo dictadas por maestras de inicial.
Al parecer, manifestó Vargas, la prioridad de la direcciones distritales era lograr ítems sin importar qué maestro de especialidad lograba y qué materias tenía que dictar. “En ese momento no se pensó en la calidad educativa”, afirmó.
Sostuvo que respecto a los casos de maestros con incompatibilidad académica, no se puede precisar el número, se superó en parte con la optimización de cargos debido a que este año no se trabajó con la asignación de ítems, sino de horas para reordenar las cargas horarias y que cada maestro dicte clases con pertinencia académica.
Sin embargo, esa afirmación la puso en duda el ejecutivo de Maestros Urbanos, Orlando Hurtado, quien aseguró que más bien “la improvisación se está profundizando” y una muestra de ello es que se siguen asignando horas para completar cargas horarias.
Explicó que la improvisación de maestros o la incompatibilidad académica se fue presentando a través de la asignación de ítems con horas insuficientes para cubrir la especialidad. Po ejemplo, una maestra de matemáticas ganaba un concurso pero cuando llegaba al establecimiento a trabajar se encontraba que sólo tenía 40 horas y que el resto lo completaban con horas de otras materias.
Con la llamada optimización, la improvisación de profesores continúa, dijo Hurtado.
Para solucionar este problema, la organización de los maestros propuso a inicios de año organizar reuniones entre los maestros por niveles y luego por materias para conocer el grado de incompatibilidad que hay en el caso de Distrito de Sucre. Luego, de manera conjunta, ir superando estas incongruencias.
Consultado sobre si podría estimar algún porcentaje de maestros con incompatibilidad académica, respondió que no lo conoce y duda que este dato se maneje en las instancias departamentales.
Por su parte, la Directora Departamental de Educación de Chuquisaca manifestó que superar las incongruencias de cargas de algunos maestros debería ser una tarea a realizarse todo el año, especialmente cuando llegan nuevas horas o cuando hay jubilaciones, para evitar que el más perjudicado sea el alumno.
Esto debería ejecutar de manera permanente, pese a que el movimiento de un maestro con nueva carga horaria con pertinencia signifique el movimiento de otros maestros, sostuvo Vargas.
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