Los pedagogos aseguran que se trata de un proceso positivo si se lo lleva adelante adecuadamente.
Injusto. Así ven algunos estudiantes consultados el proceso de autoevaluación implementado en el sistema educativo desde 2013, con la aplicación del Reglamento de Evaluación.
“Muchos de mis compañeros han calculado su promedio y como estaban en riesgo de perder el año se han calificado con altas notas, entre 90 y 100 puntos”, cuenta Junior Mamani Bojorges.
Este colegial es presidente del Centro de Estudiantes del colegio Sagrada Familia y dice que muchos de los escolares se pusieron notas altas, a veces sin merecerlo. “Algunos se evaluaban conscientemente, pero otros exageraban y se ponían la máxima calificación”.
Si el alumno era flojo o maleducado, los profesores también respetaban su puntaje, cuestiona.
Junior está en la promoción y es el segundo año que podrá calificarse en todas las materias.
En su colegio se realizaron dos tipos de análisis, el primero a cargo de todos los profesores y el segundo bajo responsabilidad del docente titular.
Desde el punto de vista del colegial, el proceso llevado adelante por diferentes maestros fue mejor porque la situación de los estudiantes no es la misma en todas las materias.
Algunos profesores elaboraron cuestionarios para facilitar el proceso. Les preguntaron, por ejemplo, si hacían sus tareas conscientemente, si asumían buenas decisiones, entre muchas otras.
“Al fin mi opinión cuenta”, decían algunos, pero otros protestaron porque la evaluación subió el promedio de muchos estudiantes que no rindieron adecuadamente en clases durante todo el año, recuerda Junior.
“Las personas conscientes se han puesto notas justas, pero otros calificaciones elevadas para salvar la materia”, protesta.
Según el estudiante, la autoevaluación es una oportunidad “para analizarte como persona”, pero debe ser llevada adelante con más honestidad.
La opinión de Junior es compartida por Fabiola Coca, quien asegura que la mayoría de los estudiantes no responde con sinceridad al momento de autocalificarse.
Desde el punto de vista de la colegiala, hay tres casos: quienes están en riesgo de reprobar una materia y aprueban gracias a la autoevaluación, quienes tienen notas intermedias y pueden aumentan su promedio y los de buenas calificaciones que también realizan honesta y conscientemente su autoevaluación.
El proceso sería positivo siempre y cuando los docentes realizaran un seguimiento y tomaran en cuenta el desempeño de los escolares en todas las materias. Así, las calificaciones serían coherentes con la realidad.
“Me parece injusto que otros que tenían notas menores a las mías se ponían mejores calificaciones en su autoevaluación”, dijo la estudiante de la promoción del colegio La Salle.
El proceso se hizo mecánico y poco reflexivo, coinciden ambos bachilleres.
APORTE
La autoevaluación realizada adecuadamente tiene un importante valor en el proceso educativo, pero debe ser gradual y continuo, y debe comenzar en los primeros años de escolaridad, explica el especialista en educación, Alberto Libera.
Según el experto, “Los cambios hechos de golpe y sobredimensionados ocasionan desconcierto y conflicto”.
La aplicación del método de calificación, realizado correctamente, eleva la autoestima del estudiante porque tiene un valor formativo muy importante.
El escolar debe confrontarse consigo mismo y eso es bueno porque “a veces nos creemos perfectos y no somos muy abiertos ni a la autoevaluación ni a la autocrítica” asegura el educador.
Se debe trabajar progresivamente para que los estudiantes sean honrados, autocríticos y sepan valorar sus virtudes.
Hay escolares que son honestos, rinden bien y se ponen calificaciones bajas, que a juicio del profesor deberían ser más altas. Ellos desarrollan valores de transparencia, honestidad. Hay otros que cuando ven que su nota está flaqueando automáticamente se ponen 90 o 95, más allá de que lo merezcan, acota.
Por otro lado, el psicólogo Javier Suárez considera que el proceso de autoevaluación invita al estudiante a tomar conciencia de su rendimiento y asumir una posición de autocrítica, pero en situaciones en que tienen baja autoestima y son estigmatizados por el profesor pueden sentir ansiedad y culpa.
En lo personal no creo que la auto-evaluación realmente ayude a los estudiantes bolivianos. No obstante mi criterio no forma juicio.
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