Informó que este año las denuncias provenientes de unidades educativas superaron las 100, solo en la oficina central.
Por su parte, la psicóloga de la Defensoría Laura Trujillo informó que de cada 10 denuncias al menos 7 son por agresiones de maestros a estudiantes, el resto son por malas conductas de alumnos o agresiones entre compañeros.
LA MITAD “Luego de la intervención de profesionales evidenciamos que de cada 10 denuncias menos de la mitad son reales”, dijo la profesional al señalar que muchas de ellas son exageraciones de padres de familia o justificativos de estudiantes por incumplimiento a sus responsabilidades educativas.
Sin embargo, los maestros, cuyos informes psicológicos concluyeron la necesidad de recibir apoyo psicológico deben cumplirlo, no solo porque la norma lo instruye sino para que mejore su situación en el trabajo y su entorno.
“Muchas veces un maestro excelente cambia de conducta por problemas personales y familiares”, expresó Trujillo al resaltar la importancia de las terapias junto a profesionales que, más que juzgar al maestro lo que hacen es ayudarlo a superar los problemas.
Para casos leves y de acuerdo a la situación, condición y predisposición del profesor, las sesiones pueden ser de 2 a 5, pero también entre medio año y un año. Solo después que se hayan superado los problemas la Defensoría emite el informe de conclusión de la terapia.
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