Asimismo, la autoridad aclaró que la ciudad cuenta con una población estudiantil de 247.002 y que la mayoría de los reprobados son de nivel secundario.
De acuerdo con estos datos, en el Sector 1, en el nivel inicial, no se reportó ningún caso de reprobación en una población de 27.405, mientras que desde el nivel primario se registra el 1% de estudiantes reprobados, llegando aprobar el 99% de 110.229 estudiantes. Mientras que en el nivel de secundaria se registra una reprobación del 2%, quedando aprobado el 98% de una población de 109.368 estudiantes.
“Eso significa que en relación al 2013, existe un porcentaje importante de estudiantes que fueron aprobados. Si bien no es como uno quisiera con un mayor nivel, pero es importante estos datos”, aseguró la autoridad.
Heredia asegura que este proceso representa los resultados de las nuevas normas educativas aprobadas con la Ley Avelino Siñani.
SECTOR 2
Mientras que Rafael Salcedo, representante educativo del Sector 2, de los 152.423 estudiantes sólo se reportó el 2% de estudiantes que perdieron el año escolar.
“En el inicial no se tuvo reprobación y el nivel primario es de 99.7% aprobados, siendo sólo el 0,3% de alumnos reprobados. En el nivel secundaria, la cantidad de reprobados es sólo del 2%”, confirmó.
Salcedo identifica que los nuevos procedimientos de calificación son los factores que beneficiaron a la mayor aprobación de alumnos en los establecimientos escolares de esta urbe, en base a la Ley 070.
MAGISTERIO
Entretanto, el representante del Magisterio Urbano, Severo Apaza, denunció que los porcentajes de aprobación presentados por las autoridades distritales, si bien definen una mejora en los porcentajes de alumnos aprobados, dichos datos no son cualitativos, por lo tanto no representan el avance de formación adecuada en beneficio de los estudiantes, porque en algunos de los casos ellos fueron aprobados con la finalidad de que el profesor no sea procesado o se le llame la atención por la cantidad de alumnos reprobados, por lo que estos datos no necesariamente representan un avance en el contenido científico que deben asumir la actual educación.
“Por ejemplo, son los padres de familia que sin entender, o conocer a sus hijos deben ellos calificar el ‘ser’, ‘conocer’ y ‘decidir’ que logran tener sus hijos, cuando no existe ninguna instancia en la que los educandos pongan en práctica si verdaderamente ellos conocen o deciden en algo”, criticó.
Para Apaza, si bien las calificaciones son subjetivas, tienen en su común denominador el ser una cantidad de educandos que se acostumbrarán a pasar siempre de curso sin mucho esfuerzo, riesgo que posteriormente genera otras frustraciones.
Finalmente, reiteró que son los profesores, en su mayoría, quienes prefieren hacer aprobar a sus alumnos antes de recibir alguna sanción de descuento o de proceso, como define las nuevas normas, pero aclara que esos porcentajes no garantizan que más del 90% pueda ingresar a las universidades, sino por el contrario sólo el 2% continúan su formación a nivel universitario.
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