Desalentador fue observar que los establecimientos educativos de nuestra ciudad, al finalizar el año escolar el año pasado, hayan terminado en condiciones penosas tanto los muebles como la infraestructura en algunas instalaciones con mayores destrozos y en otros en menor proporción, siendo que los gastos económicos son fuertes para realizar el mantenimiento, solamente para este rubro.
Por los visto los alumnos no cuidan los muebles y menos la infraestructura, y son quienes se benefician de esto todos los días, aunque existe el otro factor que es clave: la educación en las familias, para que les enseñen que los bienes públicos deben ser cuidados.
Hasta el momento se tiene un avance entre el 70 y 75% de avance de refacciones de los establecimientos fiscales en la ciudad y se prevé que hasta el fin de mes se completará el trabajo e iniciar las labores escolares.
En las obras, el municipio no repone los vidrios de las instalaciones internas de las aulas o de la infraestructura, los daños deben ser cubiertos por lo estudiantes que accidentalmente dañan este material. Mientras que los vidrios exteriores son cambiados.
Entretanto los pupitres son refaccionados totalmente en el taller de la unidad del municipio en Villa Fátima, donde se arreglan los mobiliarios. También se toman en cuenta de algunos establecimientos de convenio, dependiendo de su condición o convenio con la Comuna.
La mayor atención de los trabajos está en el pintado de las paredes, trabajos en carpintería e intervenciones en el sistema eléctrico, arreglo de puertas y ventanas. La inversión es de 2 millones de bolivianos, siendo que esa labor requiere la mano de obra de 200 obreros, que trabajan en los nueve macrodistritos, aunque este movimiento casi es usual a lo largo del año.
“Donde se requiere mayor número de personal es en el tema del pintado, arreglo con carpintería y el tema eléctrico porque cada aula tiene iluminación y eso amerita que removamos cada sistema de conexión”, informó el oficial mayor de Infraestructura Pública (OMIP), Rodrigo Soliz.
La Comuna realiza los trabajos de mantenimiento a las casi 200 infraestructuras educativas de su dependencia, con un presupuesto mencionado para la contratación de personal, insumos, herramientas y equipos. La situación cambiaría si los alumnos cuidarán los bienes y la misma infraestructura que termina en mal estado.
“La plomería, repintado en el interior de las unidades educativas, son las más vulnerables, año tras año las paredes quedan grafiteadas, el trabajo de las bajantes y techos y otros que deben ser reparados”, explicó.
Agrego, que desde la Dirección de Mantenimiento se realiza un riguroso control, a través de un sistema, de los trabajos de arreglo en las infraestructuras de los nueve macrodistritos del municipio paceño.
GRAN TRABAJO EN TALLERES
En el taller de carpintería dependiente de la Dirección de Educación, recompuso recientemente más de 140 sillas de mobiliario escolar que estaban en calidad de desuso, y otras 200 mesas más serán arregladas hasta fin de mes, informó el responsable del área, José Gandarillas.
El responsable complementó que en 2013, se repararon 900 mesas y 1.500 sillas aproximadamente, mismas que fueron derivadas a las unidades educativas bajo inventario y codificación.
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