“Hay más dudas que certezas”, afirmó el secretario general de la Alcaldía Municipal, Jorge Ustárez. Dijo que hay hechos sintomáticos que no pueden pasar por alto en los centros educativos, como la acumulación diaria de bolsitas de yogurt, sin consumir.
Comentó que, los alumnos, cuando salen de su establecimiento educativo, “prefieren consumir pilfrut de la calle, en vez de consumir yogurt que forma parte del desayuno escolar, ya que ni siquiera consumen el pan que se distribuye en forma diaria y se ha podido verificar en las mochilas panes acumulados”.
Dijo que, por esa situación, “es indispensable efectuar un estudio serio, técnico, científico, para determinar cuáles son los gustos que tienen los estudiantes y cómo se puede encarar este problema del desayuno escolar, ya que con lo que ha pasado, se debe pensar en una nueva forma de distribuir el desayuno escolar”.
Algunos padres de familia incluso han advertido la posibilidad de suspender el desayuno escolar en Oruro y han propuesto “entregar a los padres, el costo del desayuno escolar, en moneda en efectivo, para que nadie pueda aprovecharse de la situación”.
La distribución del desayuno escolar fue considerada un dolor de cabeza permanente, desde el momento de la preparación de la leche, la entrega de banano, yogurt y pan. Son 76 mil raciones diarias que tienen que distribuirse entre similar cantidad de estudiantes del nivel primario de los centros educativos.
La empresa La Francesa, la encargada de la distribución del yogurt y el pan, negó la posibilidad de distribuir alimento contaminado. Sin embargo, advirtió que primero se debe recabar informes de laboratorio de Inlasa, para detectar en qué lugar se efectuó la supuesta contaminación.
El fiscal de distrito, Francisco Terán, dijo que se ha instruido una minuciosa investigación del hecho, pero también advirtió que autoridades nacionales y departamentales “han expresado preocupación por la forma en que se distribuye el desayuno escolar y si ese alimento suplementario realmente beneficia a los alumnos o a quiénes”.
Por el momento, el secretario general de la Alcaldía, Jorge Ustárez, dijo que no se puede, de hecho, rescindir contrato con la empresa proveedora de alimentos, sino en base a la acumulación de antecedentes, informes oficiales de Inlasa, los efectos provocados por el consumo de yogurt y otros.
Mientras tanto, los estudiantes, hombres y mujeres, han preferido guardar su desayuno escolar en las mochilas, por razones de seguridad. En cambio, los padres de familia, especialmente los encargados de la preparación del desayuno, seguían ayer preparando el chocolate y distribuyendo pan, de acuerdo al programa previsto.
En cambio, la alcaldesa Rossío Pimentel, advirtió públicamente la posibilidad de “otorgar un subsidio del desayuno escolar, en vez de distribuir alimentos que podrían provocar similares problemas, como los ocurridos el pasado martes 17 de septiembre, con una masiva intoxicación de los niños y niñas”.
Anualmente, la Alcaldía invierte 24 millones de bolivianos en el desayuno, pero nadie ha efectuado el estudio sobre las ventajas y desventajas de ese alimento que se distribuye en escuelas y colegios de la ciudad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario