“En nuestro caso, estamos desde el viernes y esperamos inscribir a nuestros hijos”, dijo Amanda C., una de las decenas de madres y padres que aguardan en puertas del kínder Macario Pinilla de la avenida Aspiazu de La Paz.
Los padres que hacían fila ayer informaron que sólo hay 150 plazas, pero el número de personas supera este cupo. Sin embargo, algunos abrigan esperanza para registrar a sus hijos. “Se va a dar preferencia a las personas que viven por la zona. Así que tal vez algunos no sean inscritos y podamos ocupar su lugar”, dijo otra de las madres que se encontraba al final de la fila en la Aspiazu. Los tutores instalaron carpas y se protegen del frío con frazadas. Sus familiares les proveen alimentos.
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