Wálter Gutiérrez, jefe de la Unidad de Políticas Intraculturales, Interculturales y Plurilingüismo del Ministerio de Educación, explicó, mediante ejemplos, algunos de estos cambios que se incorporarán desde el próximo lunes en los niveles de primero de primaria y de secundaria.
Así, en el área de matemáticas se abordarán conceptos referidos a la distancia, tiempo, peso, longitud, volumen y cantidad según el sistema aymara, y también el sistema decimal, que es universal.
Por ejemplo, así como se enseñará que el peso se puede medir en kilos -sistema decimal-, también se explicará que el jich’i -en aymara- es otro criterio de medición y representa una cantidad que se puede alzar con la mano.
Para medir una longitud se enseñará el wiku, distancia entre el dedo pulgar y el índice extendidos; el chiya, distancia entre el dedo pulgar y el medio; la lok’a, entre un brazo y otro.
Los estudiantes también conocerán la numeración aymara binaria, quinaria y decimal y el conteo y operaciones aritméticas con base en los quipus, yupana, jaquña, taptana y otros.
Desde 2011, el Ministerio de Educación y consejos educativos de siete regiones del país elaboraron los currículos regionalizados aymara, quechua, ayoreo, chiquitano, guaraní, guarayo y mojeño para aplicarlos desde este año en las aulas de primero de primaria y primero de secundaria de las escuelas donde se habla alguno de dichos idiomas, sea como lengua madre o como secundaria.
Según Gutiérrez, la aplicación de dichos currículos será gradual, pues por ahora “no todos los maestros fueron capacitados”. Sobre el aymara, aclaró que sólo falta una reunión con los docentes para armonizar los datos y definir su implementación.
En la materia de lenguaje y comunicaciones se enseñará el idioma aymara como lengua materna o como segunda lengua. “En el área urbana, el castellano será la lengua materna y el aymara la complementaria; en el área rural será al revés”, precisó.
En la materia de ciencias de la vida, además de su clasificación botánica convencional, las plantas serán divididas de acuerdo con la concepción ancestral.
En el mundo científico hay dos grandes clasificaciones para las plantas: las fanerogramas, que tienen flor y semilla, y las criotogamas, sin flor ni semilla. Para los pueblos andinos, éstas se dividen en calientes y frías: las primeras ayudan a calentar el cuerpo, como la manzanilla, y las segundas, como la wira wira, tienen facultades contrarias.
Gutiérrez aclaró que en el aula los conocimientos universales y los de cada región deben ser impartidos de forma equilibrada. “El estudiante debe valorar ambos conocimientos y desenvolverse en cualquier lugar”.
El nuevo modelo educativo incluye un currículo de base nacional, uno regionalizado, de acuerdo con la zona, y uno diversificado, de carácter local.
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