“Ya se ha hablado con el colegio Don Bosco para que no se ocupe el coliseo en este tiempo”, para no correr riesgos, afirmó ayer la autoridad.
Consultado a propósito de la preocupación de los padres de familia porque muchas aulas de este establecimiento están cerca a la calle Federico Zuazo, donde está El Alcázar, Revilla dijo que “ya hemos hablado con la gente del Don Bosco y ya se han tomado varias medidas”.
Sin embargo, desde la administración del colegio se informó que, a parte del cierre del coliseo y del parqueo no se recibió ninguna instrucción de la comuna. Pero si ésta dispone, a base de criterios técnicos, que no se ocupen algunas aulas, el establecimiento la obedecerá.
El 17 de diciembre, un pilar del cuarto subsuelo del edificio cedió y provocó la evacuación de los copropietarios ante el riesgo de derrumbe. También fueron desalojados varios edificios y viviendas particulares cercanas, entre ellos el colegio Don Bosco y las oficinas de ENTEL.
El martes pasado, la empresa Sadeco, más conocida como Ormachea, informó que las obras de refacción terminarán a mediados del próximo mes y, una vez concluidas, encargará un estudio integral del edificio para garantizar su seguridad.
Según Revilla, este estudio definirá si los copropietarios podrán volver o no al inmueble.
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