Lo que hace una decada era requerido por trabajadores diurnos, como el obrero que dejaba la construcción al anochecer y la empleada que apuraba el paso para llegar hasta su aula, hoy muestra la desolación de ambientes cerrados.
Las innumerables unidades educativas nocturnas de las ciudades de La Paz y El Alto se sienten al momento marcadas por el temor de un aparente cierre inminente debido a la escasez de demanda de estudiantes que, por diversos motivos, decidieron abandonar estas aulas para tomar rumbos distintos.
Donde ayer existía un boom y al menos 30 alumnos por aula, hoy simplemente cuatro o cinco tratan de evitar el cierre de su paralelo, acción que cada día les quita el ánimo incrementando sólo sus ansias laborales que poco a poco se verán trancadas por la falta de conocimiento académico.
Los patios y las puertas de entrada son ahora desolados, la alegría que caracterizaba la entrada y el saludo junto a la salida y la despedida de los numerosos compañeros hoy sólo es silencio por la cantidad mínima de personas.
Son varias las gestiones en la que bancos vacíos reemplazaron en los templos del saber nocturnos a la experiencia e inocencia de la vida que, por diversos motivos, se unieron en jóvenes y adultos para juntos progresar en un avance certero y fructífero hacia el bachillerato.
José Luis Álvarez, secretario ejecutivo del Magisterio Urbano de La Paz, culpa a la actual economía del país por la inasistencia, alegando que la falta de recursos económicos impide que pueda cumplirse la meta del bachillerato.
Según expresa, la explotación laboral por la que atraviesan las personas que antes acudían a estos centros ahora impide que puedan continuar con sus estudios debido al riesgo de perder sus empleos y, en muchos casos, la única fuente de ingresos para numerosas familias.
“La crisis termina arrancando a nuestros estudiantes de las aulas (…) y nosotros queremos ratificar que la realidad de la economía por la que atraviesa el país termina siendo contradictoria al derecho de estudiantes y niños para poder estudiar, ellos se ven obligados a dejar sus estudios porque no cuentan con los recursos adecuados para sobrevivir”, afirmó.
Otro de los factores que llevaría al cierre es el supuesto empecinamiento del Gobierno para evitar un gasto fiscal con estos colegios fiscales ahorrando ciertos montos económicos antes de invertir en el regreso del alumnado a las aulas.
El entrevistado indicó además que la gran mayoría de los estudiantes que recurrieron a este turno se vieron obligados a dejar su estudio en horas diurnas para conseguir una fuente de ingresos pero que ahora la explotación de los empleadores pisotea su derecho a estudiar en el que debería ser su horario de descanso, la noche ahora se hizo para el trabajo, “porque si antes trabajaban hasta las cinco o seis de la tarde ahora deben quedarse en el lugar hasta las 20:00 o 21:00 horas para evitar ser despedidos”, protestó.
“Lamentablemente en la actualidad el estudiante se ve obligado a decidir que es más importante en su vida, si estudiar o trabajar. Pero además éste no es solo un problema del horario nocturno sino que también ocurre en el de la tarde y en muchos colegios incluso de la mañana”, acotó Álvarez.
Agregado a ello, el portavoz sostiene que el actual Gobierno no implementó medidas adecuadas para impedir que este fenómeno creciera por lo que se estaría extendiendo de forma notable en el país, asimismo, solicitó soluciones adecuadas para evitar que los alumnos, en especial menores de edad, continuaran sin la debida instrucción académica para emprender con sus labores el futuro del Estado. (Fabián Vera)
No hay comentarios:
Publicar un comentario