“El dominio de estos conocimientos, le van a permitir al estudiante, al terminar sus estudios, dedicarse a actividades mucho más prácticas y ventajosas vaya donde vaya, ya sea en la universidad o en algún pequeño taller”, dijo el ministro de Educación, Roberto Aguilar, a tiempo de explicar que la nueva currícula parte de una educación tecnológica y productiva.
Para concretar la nueva perspectiva de educación tecnológica y productiva, la nueva currícula será desarrollada desde cuatro “dimensiones vivenciales”, la espiritual (del ser), la cognitiva (saber), productiva (hacer) y organizativa (decidir).
En la educación primaria, concebida como “comunitaria vocacional”, se establecerán los mecanismos para que maestros y alumnos identifiquen las habilidades y vocaciones de los niños. En esta primera etapa los maestros se concentrarán en estimular estas preferencias vocacionales desde las diferentes áreas de saberes y conocimientos (materias).
En la educación secundaria denominada “comunitaria productiva”, se dará continuidad al proceso dándole al alumno conocimientos prácticos desde la utilización de herramientas en cada una de las áreas técnicas y productivas.
La propuesta parte de la aplicabilidad de las materias como física, química y otras que derivan en un reaprendizaje realizando actividades como el de un sistema de cableado domiciliario o la estructura de costos de una determinada actividad productiva.
“Esto que se ve en las ferias de ciencias, en las olimpiadas matemáticas deben ser la base de la formación”, dijo Aguilar, refiriéndose a que el estudiante debe hacer uso de conocimientos y herramientas teóricas en emprendimientos prácticos para su contexto real.
Para poner en práctica el nuevo sistema educativo el próximo año, consideran dos estrategias la creación de módulos tecnológicos y el fortalecimiento de centros o institutos ya existentes, según la explicación del responsable de la Dirección Departamental de Educación (DDE), Jorge Ponce.
Es decir, las unidades educativas que cuenten con talleres de mecánica, corte y confección y otras de carácter técnico, serán fortalecidas con la compra de más y mejores equipos que aseguren las condiciones óptimas para la formación técnica y tecnológica.
Las unidades educativas que no cuenten con estos centros podrán acceder a carreras técnicas que ofrezcan otras escuelas o centros/institutos tecnológicos de su zona.
La organización de horarios se realizará según las carreras disponibles y la preferencia de los alumnos para cada carrera, en horas que no se crucen con la formación de los estudiantes regulares de cada centro.
Esta formación no representará ningún costo adicional a los padres de familia, ya que los docentes y las mejoras que deban realizarse en los centros correrá por cuenta del Estado.
En zonas alejadas como Arque y Tapacarí, donde no existen institutos de formación técnica o unidades educativas con este equipamiento, el Gobierno los implementará, previa evaluación de potenciales productivos en la zona, y la demanda de técnicos.
La perspectiva en adelante es que todas las unidades educativas cuenten con sus centros tecnológicos. El año 2014 está fijado como el año de evaluación parcial de aplicación de la nueva currícula de la Ley educativa Avelino Siñani -Elizardo Pérez.
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