En Bolivia, 7.000 estudiantes quedaron perjudicados y 45 unidades educativas fueron afectadas con suspensión de labores escolares, como consecuencia de las inundaciones y derrumbes ocasionados por el fenómeno La Niña. Los departamentos de Cochabamba y La Paz fueron los más afectados en el campo educativo, según dijo ayer el ministro del área, Roberto Aguilar. La autoridad efectuó ayer un recorrido por las escuelas afectadas en el macrodistrito San Antonio, de la ciudad de La Paz, donde paulatinamente se reinician las labores escolares.
Aguilar explicó que muchos establecimientos no pasaron clases por la crecida de ríos, que no permitieron el paso de los alumnos; otros por el derrumbe de establecimientos debido a los deslizamientos de tierra y en otros casos porque las escuelas sirvieron de albergue para las familias damnificadas. Entre ellos se cuentan maestros y estudiantes con sus familias, como en el caso de La Paz.
“El departamento de Cochabamba tiene los alumnos más afectados, en segundo lugar La Paz y ahora está empezando, en menor cantidad, en Chuquisaca, Santa Cruz, Beni y Pando, pero en muchas escuelas reiniciaron clases en cuanto bajaron las aguas como ocurre en el Chapare”, precisó la autoridad.
Señaló que en cada unidad educativa que perdió clases se realizará una reprogramación del calendario escolar para ver cómo se abarcan los contenidos hasta fin de año.
El ministro señaló que los docentes y alumnos recibirán el apoyo necesario para retornar a clases, desde material escolar, pasando por recursos humanos, como psicólogos. “Hasta el día lunes tendremos el apoyo pleno con el material educativo”, comentó.
El ministro solicitó a las autoridades de unidades educativas afectadas en La Paz elevar un censo de todos los alumnos y docentes para verificar el número exacto de damnificados y controlar la entrega del material educativo.
SERGIO VILLEGAS
En La Paz la unidad educativa Sergio Villegas, ubicada en Kupini, cercana al deslizamiento de magnitud, reinició clases ayer con el 60% de sus alumnos, luego de que este fin de semana las autoridades realizaran el traslado de las familias que ocuparon el predio luego de la tragedia.
La directora del establecimiento, Amanda Choque, indicó que cerca de 110 alumnos de los 560 inscritos al inicio de la gestión resultaron afectados con la pérdida de sus viviendas y bienes materiales. Muchos de esos estudiantes ya pidieron su transferencia a escuelas de El Alto y otro tanto pidió su reinserción escolar en núcleos educativos instalados en los albergues como Zenobio López, la piscina olímpica de Alto Obrajes, campamentos de Kupini II, Callapa, Irpavi II y una mínima cantidad a la unidad educativa Delia Gambarte.
La directora explicó que al principio los maestros romperán el ritmo en el avance de los contenidos para readaptar a los niños a las labores escolares. “Tenemos que hacer que los niños saquen todos sus sentimientos encontrados por medio de juegos, dibujos, cuentos, narraciones. Pero esperamos la ayuda comprometida de los profesionales en psicología, porque los adultos desconocemos todo lo que los niños sufren y no sabemos lo que pasa en sus cabecitas, ellos sufren en silencio”, sostuvo.
Los niños que perdieron sus casas pero están lejos del lugar que habitaban por la amenaza de derrumbe recibirán clases especiales para que comprendan que se debe respetar la naturaleza. “Si bien la naturaleza nos da todo, también nos lo puede quitar. Queremos que aprendan a respetar y cuidar lo que ellos tienen”, dijo. De acuerdo con los reportes del Centro de Salud de Kupini, los niños volvieron a clases con diferentes afecciones como dolores estomacales y resfríos, debido al hacinamiento en las precarias carpas y el cambio de alimentación. Muchos de los niños ahora están ante el desafío de recorrer largas distancias para llegar a los centros educativos que antes tenían a mano.
En La Paz, los establecimientos afectados por el desastre son el Rose Marie Galindo de Barrientos (Bajo Irpavi), Mayor Waldo Ballivián (Villa Armonía, calle 4 Nº 707), Delia Gambarte de Quezada A (calle 3 de Marzo), Sergio Mauricio Villegas (Kupini, calle 16 de Julio), San José III (Villa Salomé Bajo), Don Bosco de Pampahasi (Pampahasi, calle 8), Hermanos Pacífico Feletti (Pampahasi, calle 14), Escuela 24 de Junio (Pampahasi Alto).
educación analiza instalación de aulas abiertas para alumnos de callapa
El director de Educación de La Paz, Sebastián Gutiérrez, informó que en la unidad educativa de Villa Callapa, que se derrumbó por los deslizamientos, existen 350 alumnos afectados, de ellos se prevé que 150 migren a otras escuelas y que el resto permanezca en aulas abiertas, vale decir en carpas convertidas en recintos.
Gutiérrez explicó que se analiza la posibilidad de instalar carpas a modo de aulas, donde pasarán clases de primero a sexto grado. “Posiblemente se instalarán al borde la plaza principal, donde se ubican los establecimientos educativos Paz Nery Nava y San José”, comentó.
Indicó que las clases se desarrollarán en esas circunstancias hasta que se logre ubicar una infraestructura adecuada para los estudiantes o buscar otras alternativas, como recintos que tienen turnos en la mañana y en la tarde no cumplen servicios educativos. Por otro lado, manifestó que se instruyó a los directores de los colegios de todo el departamento que reciban a los alumnos damnificados sin ningún tipo de restricciones, es decir, si no cuentan con documentación de identidad u otros requisitos, que lamentablemente perdieron en los desastres. La misma decisión es para ayudarlos en los documentos de transferencia a otros centros educativos. Muchos menores, junto a sus familias, ya empezaron a migrar.
Más de 50 maestros están afectados, algunos sin casa
“Hemos contabilizado alrededor de 50 maestros, incluido el personal administrativo y de servicios, que han quedado afectados en la zona de desastres”, informó ayer a Cambio José Luis Álvarez, dirigente del magisterio urbano de La Paz. El dirigente explicó que esperan que el Gobierno pueda colaborar a los maestros que perdieron sus casas en el deslizamiento de proporciones, que dejó sin vivienda a más de seis mil personas que habitaban en la parte este de la ciudad de La Paz.
En una inspección al lugar, este medio conversó con la directora de la unidad educativa Sergio Villegas, Amanda Choque, y otra maestra del colegio Leonardo da Vinci, que no quiso ser identificada. Ambas perdieron sus casas y sus pertenencias. Sin embargo, pese a su padecimiento, sacaron fuerzas para retomar sus deberes profesionales y ayer estaban trabajando con los niños.
“Somos cinco profesores, me quedé sin casa, pero aún así agradezco la comprensión del Ministerio de Educación por la tolerancia”, dijo Choque. Ella explicó que las docentes egresadas de la normal han empezado a trabajar como suplentes de las que fueron afectadas. “El ministerio se comprometió a cancelar los sueldos de los suplentes hasta que los titulares logren estabilizarse”, comentó. El ministerio garantizó tolerancia.
La COB se solidariza con los damnificados
Los trabajadores de la Central Obrera Boliviana (COB) también se solidarizan con los damnificados por el deslizamiento de proporciones en la ladera este de la ciudad de La Paz, que afectó a más de 6.000 personas. El secretario de Finanzas de la COB, Ramiro Condori, informó a Cambio que el drama de los hermanos damnificados generó una campaña de recolección de donativos.
“La COB instruyó a todos los sectores afiliados a recaudar dinero en efectivo, enseres y alimentos para que los hagan llegar a los damnificados de manera directa”, señaló. De la misma manera, destacó que los sectores del magisterio y salud se pronunciaron al respecto. “Ellos creo que van a hacer un descuento de cinco bolivianos de sus haberes y los hermanos de Huanuni aportarán con una mita, que significa un salario día, que aportaría el sector minero a los damnificados”, comentó el dirigente.
ALUMNOS DEL DA VINCI REINICIAN LABORES
Los alumnos del colegio particular Leonardo da Vinci, afectado por el deslizamiento, ayer reiniciaron sus labores educativas en una casa particular de la calle 6 de Irpavi, con 180 alumnos. Los responsables de ese centro educativo informaron que 40 alumnos migraron hacia otros colegios.
Una representante de la junta escolar, que guardó en reserva su nombre, manifestó que muchas familias optaron por otros colegios debido a la incertidumbre y el desconocimiento que se tenía sobre si el colegio volvería a funcionar.
La directora del colegio Da Vinci, Laura Baldivieso, comentó a Cambio que no existe un cálculo de las pérdidas económicas. Sin embargo, “son 40 años de vida, de inversión en forma paulatina (...) era un proyecto de vida, la parte material es importante, pero lo más valioso es cuánto quisimos aportar al país y eso no tiene precio”, señaló.
En el sencillo acto de reinauguración, el ministro de Educación, Roberto Aguilar, manifestó a los alumnos que hay dos formas de actuar en una situación de desastre, una es con la indiferencia y otra con una actitud de entrega, solidaridad y de dar lo que se puede.
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