Hasta agosto de este año, 120 unidades educativas de la ciudad de La Paz contarán con huertos orgánicos para la producción natural de verduras y hortalizas.
Este proyecto, que es impulsado por la Alcaldía paceña, nació en 2006 a raíz de la necesidad de reducir los niveles de desnutrición y problemas buco-dentales en los estudiantes. En ese entonces, el 53 por ciento tenía el primer problema y el 79 por ciento padecía el segundo.
La jefa de la Unidad de Alimentación Complementaria de la comuna paceña, Gabriela Aro, indicó que este plan pretende mejorar las formas de producción de alimentos desechando el uso de elementos químicos, como los abonos y los fertilizantes, pero a la vez está orientado a promover el consumo de verduras por parte de los estudiantes.
En 2007 se inició la capacitación de 850 personas, entre profesores, miembros de las juntas escolares y particulares, en producción orgánica, manejo atemperado, nutrición básica y producción de verduras y frutas.
Esta labor culminó en 2008 con la construcción de cinco carpas solares en los establecimientos de Jupapina, Mallasa, Germán Mainer, San Andrés y Jaimes Freyre, los primeros ubicados en la zona Sur y el último en la Periférica, además de un centro de acopio construido en Pampahasi.
La edificación de estas seis carpas demandó una inversión de 24.000 bolivianos provenientes del presupuesto municipal, pero contó con la colaboración de los padres de familia, quienes aportaron con algunos materiales como clavos y maderas.
Según Aro, este trabajo despertó gran interés en los estudiantes, padres de familia e incluso en gente particular que participó en los cursos de capacitación pensando en este proyecto como una opción para generar recursos económicos.
La producción que se obtuvo de modo experimental en las seis carpas, que llegó a 218 kilos de verduras y 180 kilos de frutillas, se donó a algunos centros infantiles, se entregó a las empresas procesadoras del desayuno escolar, en el caso de las frutillas, y se utilizó en el consumo de los alumnos, quienes realizaron comidas colectivas en sus aulas.
Para esta gestión, dijo Aro, se tienen identificadas 120 escuelas y colegios en varias zonas de la ciudad, donde se construirán carpas solares con una inversión de 64.000 bolivianos del presupuesto de la Alcaldía y 32.000 dólares del Ministerio de Educación.
Calculó que hasta agosto ya estarán listas las carpas para iniciar la siembra de los productos y se prevé que para octubre se tenga una cosecha, más consistente y masiva que en la etapa experimental, la que será destinada al consumo de los alumnos.
El reto de la Unidad de Alimentación Complementaria es hacer sostenible este proyecto, para lo que hace falta, dijo Aro, determinar quiénes se harán cargo del huerto, pues precisa cuidados para funcionar todo el año.
En la actualidad, los responsables son los maestros o el portero del establecimiento.
Huertos orgánicos
Se trata de carpas solares donde se producen principalmente hortalizas.
El objetivo es promover la producción sana para una alimentación nutritiva.
La producción natural pretende eliminar el uso de elementos químicos.
La Alcaldía provee de semillas y materiales para la construcción de las carpas.
La producción se destinará al consumo interno de los establecimientos educativos.
En la segunda fase del proyecto se prevé la colaboración del Ministerio de Educación.
En las seis primeras carpas se produjeron 218 kilos de verduras y 180 kilos de frutillas orgánicas.
Este proyecto, que es impulsado por la Alcaldía paceña, nació en 2006 a raíz de la necesidad de reducir los niveles de desnutrición y problemas buco-dentales en los estudiantes. En ese entonces, el 53 por ciento tenía el primer problema y el 79 por ciento padecía el segundo.
La jefa de la Unidad de Alimentación Complementaria de la comuna paceña, Gabriela Aro, indicó que este plan pretende mejorar las formas de producción de alimentos desechando el uso de elementos químicos, como los abonos y los fertilizantes, pero a la vez está orientado a promover el consumo de verduras por parte de los estudiantes.
En 2007 se inició la capacitación de 850 personas, entre profesores, miembros de las juntas escolares y particulares, en producción orgánica, manejo atemperado, nutrición básica y producción de verduras y frutas.
Esta labor culminó en 2008 con la construcción de cinco carpas solares en los establecimientos de Jupapina, Mallasa, Germán Mainer, San Andrés y Jaimes Freyre, los primeros ubicados en la zona Sur y el último en la Periférica, además de un centro de acopio construido en Pampahasi.
La edificación de estas seis carpas demandó una inversión de 24.000 bolivianos provenientes del presupuesto municipal, pero contó con la colaboración de los padres de familia, quienes aportaron con algunos materiales como clavos y maderas.
Según Aro, este trabajo despertó gran interés en los estudiantes, padres de familia e incluso en gente particular que participó en los cursos de capacitación pensando en este proyecto como una opción para generar recursos económicos.
La producción que se obtuvo de modo experimental en las seis carpas, que llegó a 218 kilos de verduras y 180 kilos de frutillas, se donó a algunos centros infantiles, se entregó a las empresas procesadoras del desayuno escolar, en el caso de las frutillas, y se utilizó en el consumo de los alumnos, quienes realizaron comidas colectivas en sus aulas.
Para esta gestión, dijo Aro, se tienen identificadas 120 escuelas y colegios en varias zonas de la ciudad, donde se construirán carpas solares con una inversión de 64.000 bolivianos del presupuesto de la Alcaldía y 32.000 dólares del Ministerio de Educación.
Calculó que hasta agosto ya estarán listas las carpas para iniciar la siembra de los productos y se prevé que para octubre se tenga una cosecha, más consistente y masiva que en la etapa experimental, la que será destinada al consumo de los alumnos.
El reto de la Unidad de Alimentación Complementaria es hacer sostenible este proyecto, para lo que hace falta, dijo Aro, determinar quiénes se harán cargo del huerto, pues precisa cuidados para funcionar todo el año.
En la actualidad, los responsables son los maestros o el portero del establecimiento.
Huertos orgánicos
Se trata de carpas solares donde se producen principalmente hortalizas.
El objetivo es promover la producción sana para una alimentación nutritiva.
La producción natural pretende eliminar el uso de elementos químicos.
La Alcaldía provee de semillas y materiales para la construcción de las carpas.
La producción se destinará al consumo interno de los establecimientos educativos.
En la segunda fase del proyecto se prevé la colaboración del Ministerio de Educación.
En las seis primeras carpas se produjeron 218 kilos de verduras y 180 kilos de frutillas orgánicas.
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