La creación de paralelos en los colegios para tratar de cumplir con el número de estudiantes por aula, que debe ser como máximo 30, según la Resolución Educativa 001/2016, fue la que generó los problemas no solamente en el Cercado, sino también en Quillacollo. En Sacaba el problema no es tan grave.
En los tres municipios del eje metropolitano hay un total de 345 establecimientos, pero solamente 19 se beneficiarán con la ampliación o construcción de nuevas aulas.
El secretario de Desarrollo Humano de la Alcaldía del Cercado, Rolando Nogales Torrico, informó que, por este motivo, para este año se decidió priorizar la construcción de más aulas en vez de la edificación de nuevas unidades educativas.
Según la autoridad, el 30 por ciento de las 145 escuelas y colegios que están en el Cercado tiene deficiencias y problemas de falta de aulas. Tal como sucede en el caso de la unidad educativa San Nicolás, muchos establecimientos tuvieron que improvisar sus instalaciones.
“Pasaron clases en laboratorios e, incluso, hubo casos en los que las aulas que eran dejadas por otros estudiantes para pasar educación física servían para que un curso pase clases”.
En está gestión, el municipio presupuestó 200 millones de bolivianos para Educación, inversión que casi se duplicó en comparación al 2016 que tuvo aproximadamente 120 millones de bolivianos. La mayoría de los recursos será dispuesta en infraestructura. Cinco escuelas serán atendidas con la ampliación de aulas y se construirán otras dos unidades educativas.
En el Cercado uno de esos establecimientos es Visión Mundial, situado en el Distrito 8, kilómetro 4 de la avenida Petrolera, que además de tener problemas con la cantidad de aulas, existe un peligro de colapso de algunas partes de la infraestructura, porque el segundo piso fue edificado sobre una construcción antigua de adobe. Para la ampliación y refacción de este colegio se invertirá cerca de 5 millones de bolivianos.
En la unidad educativa Mariano Antezana se hará otro bloque de aulas, con un presupuesto de 600 mil bolivianos.
Para el establecimiento Andrés Bello se tiene presupuestado 18 millones de bolivianos, mientras que para el colegio 8 de Mayo, situado en la calle Ecuador, se dispondrá de unos 3 millones.
Para resolver el problema que hay en la mancomunidad Ecobol, donde la población estudiantil crece cada año, el municipio presupuestó 8 millones de bolivianos para edificar un nuevo establecimiento y permitir que los estudiantes de San Nicolás puedan educarse ahí.
Otra de las obras importantes respecto a infraestructura educativa es la del complejo “El Salvador”, situado en la zona de Valle Hermoso, que acogerá a niños de pre-kinder a sexto de secundaria, informó Nogales.
El proyecto que culminará en 2018 contará con baterias de baños más pequeños para nivel inicial, ramplas y laboratorios.
La construcción se hará mientras los estudiantes pasen clases en la infraestructura antigua.
La inversión en esta obra es la más alta que realizará el municipio del Cercado en Educación, pues asciende a 40 millones de bolivianos.
QUILLACOLLO En el municipio más grande del Valle Bajo, la falta de aulas también es un problema. De 83 unidades educativas que tiene solamente cuatro serán atendidas con ampliaciones, señaló el secretario de Desarrollo Humano de ese municipio, Marco Galvez.
Los cuatro colegios serán Villa Urkupiña, Irigoyen, Ironcollo y Milivoy Eterovic.
En cuanto a mantenimiento se harán trabajos de reparación, pintura y otros en 40 unidades educativas de Quillacollo.
En la zona de El Paso está en plena ejecución el colegio Calama, que será entregado antes del inicio de clases.
SACABA En el municipio de Sacaba, la situación es similar. Este año se cuenta con una inversión de 33 millones de bolivianos en educación, de los cuales el 50 por ciento será invertido en infraestructura.
El director de Desarrollo Humano de Sacaba, Juan José Salas, dijo que se harán refacciones y ampliaciones en 10 infraestructuras. Aunque no pudo precisar cuáles serán los establecimientos, indicó que también hay problemas de edificaciones, sobre todo con la antiguedad de algunas unidades educativas que requieren de mantenimiento.
Anunció que este año se está haciendo una consultoría en educación en el municipio y que a fines de la gestión ya se tendrán algunos datos que ayuden a mejorar el tema de infraestructura.
Menos estudiantes por aula
La disposición de disminuir el número de estudiantes por aula, que inició el año pasado y continúa esta gestión sorprendió a muchos colegios que no tenían preparada la infraestructura para bajar la cantidad de estudiantes.
La decisión fue crear cursos paralelos y las aulas faltaron.
Este año, la disposición será aplicada sobre todo para los primeros cursos de primaria, no siendo obligatoria para los últimos de secundaria.
A inicios de la gestión pasada, un diagnóstico realizado por este medio de comunicación verificó que pese a la determinación del Ministerio de Educación, habían cursos que tenían hasta 12 escolares más de lo que permitía la normativa.
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