19.9.16

Los celulares se han convertido en cómplices de “chanchulleros ”

Día de examen: los chanchullos se escriben en papeles pequeños, en los bancos, en las manos, en el doblez de los mandiles y hasta en las uñas. Aunque todavía se usan esas técnicas, según profesores y estudiantes, ahora la información también se almacena en smartphones y se comparten fotos de los exámenes y sus respuestas a través del Whatsapp.

Este medio consultó a seis profesores de colegio y a cinco docentes universitarios sobre los métodos de chanchullo que se registran en la actualidad. Además, 18 estudiantes universitarios y titulados menores de 27 años, en anonimato, comentaron sus trucos y los de sus compañeros para aprobar exámenes sin estudiar.

El celular es ahora el mejor cómplice para hacer chanchullo, pero esta práctica prevalece sólo en aquellas carreras y asignaturas que se enfocan en pruebas de reproducción de información o en los que hay resultados exactos, como en las matemáticas.

El papel prevalece

Los chanchullos en papel siguen siendo usados en las aulas, según los consultados. Los hay escritos a manos, en computadora y las reducciones de fotocopiadora, estas últimas para tener "en tamaño Alasita” las prácticas resueltas, comenta Daniel León, quien tiene 13 años de experiencia como educador de colegio. Los papeles se ocultan en la ropa, el banco, los estuches y las calculadoras.

Otro lugar para esconder esta "ayuda memoria” es la botella de agua, explican dos estudiantes. La técnica consiste en redactar el chanchullo en un papel que pueda camuflarse en el revés de la etiqueta del envase del líquido transparente. Otro truco es anotar información en un pañuelo desechable, los alumnos se pasan el paquete de Kleenex bajo la excusa de estar resfriados.

Fernando Tarifa, profesor universitario hace seis años, comenta que para algunos el chanchullo es una "muestra de creatividad”, pero es curioso que los estudiantes no viertan esas capacidades para resolver una prueba. Lourdes Reynaga, en sus tres años de trabajo en aulas de secundaria, vio el singular caso de dos compañeros que habían aprendido lenguaje de señas para ayudarse silenciosamente durante las pruebas.

Del papel al celular

Mateo Paz, quien imparte clases de filosofía en diferentes carreras de la Universidad Nuestra Señora de La Paz hace cinco años, explica que los celulares pueden contener más información que un papel y por eso se han vuelto populares al momento de hacer chanchullo. Ahora, los estudiantes ocultan sus dispositivos móviles en vez de hojas pequeñas y los profesores optan por pedir que los depositen en una caja antes de dar una prueba.

En las diferentes asignaturas, es común que el docente comparta material digital como diapositivas o que los estudiantes tomen fotos de la pizarra, explican los consultados. Estos documentos se pueden almacenar en un smartphone y los chanchulleros los consultan sin autorización durante una prueba, sobre todo si ésta pide reproducir información más que reflexionar.

Un estudiante de ingeniería cuenta que pasan clases con profesores particulares, quienes resuelven prácticas y exámenes de semestres pasados. Los estudiantes sacan fotos de las resoluciones con su celular y las comparten a través de grupos de Whatsapp.

En otros casos, como el mencionado por una titulada de la Escuela Militar de Ingeniería, el alumno puede mandar la foto del examen desde el aula a un contacto y éste lo envía a un profesor que le manda en el menor tiempo posible otra imagen del problema resuelto.

Los mensajes y grabaciones de audio también pueden ser útiles. Un estudiante de Comunicación Social hace notar que algunos estudiantes piden permiso para escuchar música durante una prueba, pero en realidad oyen los audios que ellos mismos grabaron o que compañeros de afuera del aula le mandan con las respuestas a través del Whatsapp.

Innovaciones educativas y disminución de chanchullos

Siete de los 11 profesores consultados opinan que actualmente los estudiantes hacen menos chanchullo que hace 10 años. La disminución la atribuyen, sobre todo, a que los nuevos modelos educativos por competencias promueven el desarrollo no sólo de conocimientos, sino también de habilidades y actitudes.

El docente Mateo Paz explica que desde que existe el internet ya no es útil hacer preguntas reproductivas del tipo "qué dice Platón”, sino aquellas que motiven a la reflexión como "qué diría Platón de la situación boliviana actual”.

En estos casos, el estudiante hasta puede dar la prueba con libro abierto y consultar la web. Rubén Gamarra, profesor de Derecho, concuerda en que hay que ser creativos para formular preguntas que estimulen el pensamiento crítico.

Los maestros de la Unidad Educativa San Andrés, Ana María Jiménez y Javier Catacora, concuerdan en que los chanchullos han disminuido en el colegio con la nueva reforma educativa.

La maestra, además, aclara que los puntos se adquieren a través de diversos trabajos y los exámenes ya no concentran el mayor porcentaje de la calificación.


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