La representante de la Defensoría de la Niñez y la Adolescencia de Quillacollo, Araceli Mamani, explicó ayer que fueron las autoridades de la unidad educativa donde ocurrió este caso las que denunciaron a los cinco implicados ante la Defensoría y esta instancia remitió el caso a la Fiscalía. La directora de las investigaciones es la fiscal Annabella Tórrez, quien ya recibió las declaraciones de cinco de las 13 víctimas, el miércoles 15 de junio.
Los cinco confirmaron que asistir al colegio se convirtió en una pesadilla porque los agresores ejercían violencia psicológica, verbal y física sobre ellos. Uno de los estudiantes aclaró que no los agredían a todos al mismo tiempo, sino que los abordaban de forma individual para golpearlos y jalarles los genitales. Cada una de las víctimas pensaba que era la única que padecía el abuso del quinteto.
Uno de ellos dijo que si hubiera sabido que los acosados eran varios se hubieran unido para hacerles frente. Los agresores tienen entre 14 y 15 años. No son altos ni fortachones, pero tenían el poder de intimidarlos amenazándolos por separado. “Les advertían que si decían una sola palabra los iban a esperar fuera del colegio para golpearles y lijarles la cara. Los atemorizaron”, contó Mamani. Hasta el momento, solo cinco víctimas declararon porque los padres de las otras ocho no se pronunciaron a favor de un proceso.
“Esto ocurrió en un colegio que está en una comunidad rural situada a 20 minutos de Quillacollo. Los padres no se involucran mucho en las actividades escolares por sus trabajos en el campo”, describió la funcionaria de la Alcaldía.
Pese a ello, la Defensoría solicitará que se tome declaraciones a todos y en algunos casos la ampliación de los relatos. La víctima que sufrió mayor daño es un adolescente huérfano de padres. Un médico forense lo examinó y le diagnosticó una inflamación en los genitales. Le otorgó seis días de impedimento. “Su primo, que tiene la tutela, ya lo llevó a otro médico que lo sometió a radiografías y exámenes complementarios. Esperan que la inflamación se reduzca con los medicamentos”. Diez varones eran golpeados y padecían jalones de los genitales. A tres estudiantes mujeres les levantaban el mandil escolar para tocar sus partes íntimas. Los cinco agresores fueron expulsados de la unidad educativa y tras brindar sus declaraciones podrían ser imputados por el delito de lesiones.
Según el artículo 271 del Código Penal, “el que de cualquier modo ocasionare a otro un daño en el cuerpo o en la salud, del cual derivare incapacidad de hasta 29 días comete el delito de lesiones leves y el autor será recluido de seis meses a dos años o prestación de trabajo hasta el máximo”.
Cuando la pena de cárcel prevista es menor a tres años, las sanciones impuestas por los jueces son de trabajos comunitarios. Cuando los agresores son menores de edad, como en este caso, deben ser remitidos a un Juez del Menor que impone la sanción casi de forma inmediata.
Araceli Mamani dijo que la fiscal aún no ha fijado fecha para la toma de declaraciones de los cinco agresores porque primero debe escuchar a todas las víctimas. “Sabemos que las sanciones serán mínimas, pero debemos sentar precedente. debe quedar claro que no se permitirán casos de bullying en los colegios”, sostuvo. Consultada sobre qué tipo de seguridad se brindará a la estudiante que denunció el acoso y a los que ya prestaron sus declaraciones, la representante de la Defensoría de la Niñez señaló que ya se solicitó a la Fiscalía las medidas de protección necesarias y se firmaron actas con los padres de los agresores, para que ellos no se acerquen a las víctimas. Según un estudio de Visión Mundial, ocho de cada 10 estudiantes en Cochabamba sufren acoso o bullying.
Urólogo: Daños son imprevisibles
Dependiendo de la intensidad, los golpes y jalones de los genitales masculinos pueden causar daños imprevisibles, advirtió ayer el médico especialista en Urología, Germán Urenda Tardío. Luego de explicarle lo ocurrido con los 13 adolescentes que sufrieron las golpizas de sus compañeros, el profesional explicó que este tipo de golpes puede causar “desde la formación de hematomas internos, heridas abiertas, tejido contundido y edemas, hasta la ruptura de los testículos”. Estas lesiones dependen de la intensidad de los golpes y jalones. Los daños a mediano y largo plazo son imprevisibles. “Tendríamos que examinar a cada víctima. La ruptura de testículos puede requerir una cirugía y una extirpación.
Urenda sostuvo que las lesiones en los genitales son muy dolorosas y de cuidado. “Lo que no entiendo es cómo un grupo de jóvenes puede tener semejantes ideas, tan crueles”, comentó el sorprendido galeno.
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